Una fuerte declaración entregó a la fiscalía el ex jefe de Finanzas de Carabineros, general (r) Flavio Echeverría Cortez, ya que reveló que los integrantes más antiguos que sumergieron a la institución en el fraude que alcanza los $17.500 millones y conocido como “Paco Gate”, “pagaron mi silencio”.
Así lo establece La Tercera que tuvo acceso a los testimonios del 24 de marzo de este año, ocasión en que se refirió a su primera declaración de enero, indicando que en esa ocasión «omití información que ahora quiero aportar«, mencionando que hubo «salidas informales de fondos» y cómo comenzó a recibir recursos en 2008.
En ese sentido, Echeverría señala que cuando se desempeñaba en Tesorería, el coronel Arlondo Riveros «me dijo que había unos depósitos para mis gastos personales. Esos dineros que fueron por alrededor de $30 millones, los invertí y los gasté (…). Yo no le conté a nadie y, como dije, me quedaba con todos los montos que me depositaban».
Agrega que «con ese depósito, ellos pagaron mi silencio, ya que ellos sabían que el año siguiente yo me iba a Contraloría«.
Posteriormente, en su declaración, el ex jefe de Finanzas de Carabineros apunta a los integrantes más antiguos de la denominada «Mafia de la Intendencia», mencionando que «yo cuando controlaba tenía la fama de ser ‘pesado’ y detallista, pero ahora para el proceso informal pasaba a ser ‘un aliado‘».
Sobre la forma en que se operaba para ocultar los desfalcos dentro de la institución, el imputado señaló que «en cuanto a un déficit, sinceramente no sé cómo se maquillaba, el presupuesto era flexible, por lo que si faltaba se pedía, este era una bolsa, se reasignaban recursos de otras partes«.
Además, Echeverría narró que en 2010, cuando era el líder de la unidad de Contraloría de la institución, presenció cómo se le pagaron servicios de salud a ex funcionarios como si estuvieran activos.
«Dentro de ese grupo estaban familiares de algunos generales en períodos anteriores, entre otros, la esposa del general (Eduardo) Gordon y la esposa del general (Eduardo) Vera. Acá se hacían pagos sin acto administrativo«, sostuvo.
Echeverría también contó a la fiscalía los pagos a algunos abogados representantes de funcionarios como es el caso de Mauricio Unda, quien defendió a uniformados acusados de violaciones a los derechos humanos, afirmando que «se les pagaba íntegramente y ellos, a su vez, distribuían entre sus representados«.
Posteriormente, en su declaración precisa que en 2011, luego de ser nuevamente trasladado para asumir en Tesorería, recibió 60 millones de pesos, además de transferencias de varios funcionarios de la Intendencia, como el «mayor Ponce», el capitán Randy Maldonado, los coroneles Renato Sarabia y Arturo Rojas Henríquez y el comandante Pedro Valenzuela, aseverando que «Ddbo haber recibido la suma de $220 millones aproximadamente».
“Durante el año 2011 y 2012, en mi calidad de jefe de Tesorería y Remuneraciones tomé la determinación de cortar con estos procesos anormales, pero nunca denuncié, ya que formaba parte de la misma y dispuse del traslado del personal que trabajaba en ella”, explicó.
Fue en esta nueva posición que nombró a Pedro Valenzuela como su jefe de gabinete y según Echeverría, no conversaban del tema de los dineros recibidos y simplemente esperaban que “pasara el tiempo”.
