jueves, noviembre 14, 2024

Ex ejecutivos de isapre Masvida triangulaban dineros a través de sociedades por asesorías no prestadas

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Una investigación de radio Biobío reveló que directivos de la isapre Masvida realizaban triangulaciones de asesorías a empresas del holding desde sociedades personales, sin que hayan prestado los servicios declarados, lo cual fue objetado por el Servicio de Impuestos Internos (SII) y los Tribunales Tributarios y Aduaneros (TTA).

Varios documentos y fallos judiciales complican al ex presidente de Empresas Masvida, Claudio Santander, y a otros directivos y ejecutivos de su confianza, quienes habrían realizado diversas maniobras tributarias que fueron objetadas por el SII y los TTA, las que además generaron daño al patrimonio de las empresas que componen el holding, en especial la isapre.

La información consigna que en abril de 2012 el SII cursó una liquidación a Inversiones Masvida, una de las sociedades del grupo que se sostiene en torno a la isapre, rechazando como gasto necesario para producir la renta de la empresa (que está afecta al pago de impuestos de primera categoría) los pagos por $ 716 millones que ésta realizó a terceras compañías por servicios de asesorías, lo cual conllevó a la revisión de la declaración de renta correspondiente al año tributario 2010.

Según Impuestos Internos, los antecedentes proporcionados no justificaban que estos gastos fueran necesarios e inevitables para generar la renta, ya que se pretendía reducir el pago de impuestos.

También fue impugnado el pago de los intereses por $199.038.412 asociados a créditos contraídos por la empresa con Isapre Masvida, dineros que buscaban financiar dichas asesorías.

La información señala que de acuerdo al SII, Inversiones Masvida debía incluir todos esos pagos en la determinación de su renta líquida imponible, lo cual significaba que pasaban a estar afectos al impuesto de primera categoría.

Además, se determinó que la empresa le debía al Fisco la suma de $297.912.738 en materia de impuestos, sin considerar los intereses y reajustes correspondientes.

De acuerdo al reportaje, los gastos por más de $700 millones que fueron rechazados por el SII a Inversiones Masvida estaban destinados a eventuales asesorías contratadas por 10 sociedades, las cuales en su mayor parte tenían como socios a directivos y ejecutivos de empresas pertenecientes al hiolgind de empresas.

Una de las sociedades cuestionadas es “Santander y Ansaldo Inversiones y Gestión”, la cual fue constituida en julio de 2000 por Claudio Santander Kelly y su esposa Carmen Ansaldo Berlién, con un capital inicial de $100 millones y su objeto social está incluida “la prestación de servicios de asesoría en materias relacionadas con la gestión y administración de empresas vinculadas o relacionadas con el área de la salud y de la previsión, en general”.

Sin embargo, Santander en ese momento encabezaba el holding desarrollado en torno a Isapre Masvida, lo cual genera un claro conflicto de interés.

La liquidación cursada por el SII el 2012 precisa que en 2009 dicha sociedad facturó $71.774.670 a la compañía, monto que había sido facturado por “servicios prestados en materia de asesoría y consultoría en la búsqueda de nuevos accionistas, alianzas estratégicas, vinculación con los medios de comunicación, relaciones con otras compañías en la búsqueda de asociaciones que permitan obtener economías y eficiencias en el ámbito de la salud y obtener ventajas competitivas para el desarrollo y fortalecimiento de la red prestadora”.

Sin embargo, el SII rechazó todos esos argumentos, ya que Inversiones Masvida no pudo demostrar que los pagos cumplían los requisitos para ser considerados como gastos necesarios para producir la renta del ejercicio, el ente fiscalizador concluyó que “no se ha acompañado ningún otro antecedente tendiente a acreditar la efectividad de las asesorías que declara haber recibido”, añadiendo que “tampoco se aportan los informes en que constan dichas asesorías, esto es, el documento en que consta el estudio y análisis realizado y que desemboca en una conclusión, lo que constituye la asesoría propiamente tal, en definitiva, aquél instrumento en que se materializa la asesoría prestada”.

Pero Santander no era el único alto ejecutivo de la empresa que tenía sociedades contratadas por Masvida, ya que otras eran “Asesorías Esam Limitada”, constituida el 2001 por Erwin Sariego Rivera y sus hijos Sariego Marnich y Valentina Sariego Marnich.

Erwin Sariego era socio de Asesorías Esam y se desempeñaba como gerente general de Inversiones Masvida, por lo que también tenía un evidente conflicto de interés. Sin embargo, la compañía mantuvo contratos con la sociedad, lo que implicaba la responsabilidad y complicidad de quienes decidieron efectuar estos contratos, junto con la del mismo Sariego.

Asesorías Esam prestó servicios de coordinación del conjunto de asesores, supervisión de la implementación de los sistemas contables y de gestión de la contribuyente y sus filiales, para el control y contabilización de sus inversiones, además de asesorías extraordinarias, facturando $192.720.821 a Inversiones Masvida durante 2009.

Esto también fue rechazado por el SII, cuestionando si efectivamente tales servicios de asesorías fueron realizados, mientras que el Tribunal Tributario y Aduanero de la Región del Bío Bío fue aún más severo, ya que en su sentencia de 2013 señala que “si el Sr. Sariego es gerente general de la beneficiaria de los servicios y, al mismo tiempo, representante legal de la sociedad que habría prestado “servicios o asesorías gerenciales” a aquella, era carga del contribuyente explicar los límites de la función gerencial más allá de los cuales resultaba indispensable o inevitable la contratación de semejantes asesorías –referidas a la misma función-, circunstancia que en concepto de este jurisdicente no figura fehacientemente asentada en el pleito, con ninguno de los medios de prueba allegados”.

Otro ejecutivo que utilizó esta maniobra tributaria fue José Bauerle Madariaga, quien en ese entonces era gerente de finanzas de Inversiones Masvida y posteriormente llegaría a ocupar el mismo cargo en Isapre Masvida.

Bauerle tenía dos sociedades que mantenían contratos de asesoría con la empresa, siendo una de ellas Asesorías B y B Limitada que tenía como socios a sus hijos María José Bauerle Aravena y Francisco Bauerle Aravena, la cual facturó $51.911.096 a la compañía por supuestos servicios prestados durante 2009.

Otra era la Inmobiliaria, Inversiones y Asesorías Varadero Limitada, que Bauerle constituyó el 2008 junto a Cecilia Pérez Bobadilla, de la cual Inversiones Masvida recibió facturas por $60.600.000.

A ellos se suma Ulises Figueroa Olave, quien en ese entonces era el gerente de operaciones de Isapre Masvida y desde 2014 comenzó a desempeñarse como gerente general de la gestora, quien también poseía una sociedad llamada ‘Figueroa Ceballos y Compañía Limitada’ y que había sido constituido en 2006 en conjunto con su esposa Teresita Ceballos Pérez.

Esta sociedad le facturó $80.448.216 a Inversiones Masvida, pero al igual que los otros casos el SII y el tribunal tributario rechazaron que tales gastos fueran necesarios para generar la renta de la empresa y pusieron en tela de juicio que los servicios contratados realmente hayan sido efectuados.

El reportaje periodístico sostiene que uno de los personajes que más sospecha ha levantado como también polémica a partir de la compleja situación que afecta a Isapre Masvida es Victoriano Cerda.

Cerda es vicepresidente ejecutivo de Hema SpA, sociedad que presta servicios de asesoría a Isapre Masvida desde el 9 marzo de 2015, la cual está constituida por Alessandro Marcelo Pesce Reyes, con un capital inicial de $1 millón.

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