“Violeta, que a duras penas terminó la enseñanza formal, que se ganó la vida cantando desde muy temprana edad, hija de una costurera y un profesor primario, supo rescatar la sabiduría y la potencia de un Chile rural que comenzaba a desaparecer. Supo conectarse con las luchas de las multitudes que luchaban por una vida mejor, por romper las exclusiones de una sociedad cerrada y discriminadora”, con estas palabras la Presidenta Michelle Bachelet inició el homenaje en tierras helvéticas a la folclorista nacional.
La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, acompañada por el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, llegó hasta el colegio Voltaire, en Ginebra, Suiza, para encabezar la ceremonia de develamiento de placa conmemorativa por los 100 años del natalicio de Violeta Parra.
En junio de 1962, Violeta Parra se reunió con sus hijos en Buenos Aires y se embarcó a Europa, invitados al Festival de la Juventud, en Finlandia. Viajan por la Unión Soviética, Alemania, Italia y Francia. Violeta borda arpilleras y hace esculturas en alambre.
Además, vive en Ginebra, donde ofrece recitales en teatros y estudios de televisión junto a sus hijos y nieta. En 1965, la televisión suiza filma y expone el documental “Violeta Parra, bordadora chilena”. Violeta retorna definitivamente a Chile en junio de ese año.
“Agradezco al Presidente del Consejo del Cantón de Ginebra, François Longchamp, a todas las autoridades y a los habitantes de la ciudad, por la decisión de recordar a una de las chilenas más ilustres, intensas, creativas y destacadas de nuestra historia. Vivió cerca de este lugar, en donde se ha puesto la placa conmemorativa de los cien años de su nacimiento. Vino con sus arpilleras, que mostró en Lausana y Ginebra, para continuar luego con ellas a París”, señaló la Mandataria.
Asimismo, la máxima autoridad del país subrayó la trascendencia de la figura de Violeta Parra a nivel mundial.