Este lunes en una declaración en Burdeos (Francia) ciudad de la que es alcalde, Alain Juppé aseguró que su eventual candidatura no reúne el amplio apoyo necesario entre los conservadores para salir adelante. «Por eso confirmo de una vez y para siempre que no voy a ser candidato a la Presidencia de la República», subrayó.
Juppé reconoció además que «es demasiado tarde» para él, y que no encarna la «renovación» que demandan los franceses.
Tanto Juppé como Fillon pertenecen al partido Los Republicanos, de corte conservador. Los dos se enfrentaron en primarias y Fillon fue el ganador. Pese a su decisión, Juppé criticó duramente a su adversario interno. Su línea de defensa, que consiste en hablar de un complot y un «asesinato político» lo ha llevado a un callejón sin salida, opinó. «Qué desperdicio», lamentó en alusión a que Fillon partía al principio como favorito para ganar las elecciones, que se celebrarán en dos vueltas el 23 de abril y el 7 de mayo.
Llamado de Sarkozy
Poco antes, el expresidente francés Nicolas Sarkozy había propuesto una reunión con ambos candidatos para «hallar una salida digna y creíble a una situación que ya no puede continuar».
En un comunicado, el también expresidente del partido conservador Los Republicanos expresaba que «frente a la gravedad de la situación (…) cada uno debe hacer todo para preservar la unidad».
Escándalo de Fillon
La campaña de François Fillon se ve empañada desde hace semanas tras conocerse que habría pagado un sueldo durante años con dinero público a su esposa Penelope pese a que no realizaba ninguna tarea, y también a dos de sus hijos. En los últimos días numerosos políticos conservadores llamaron a Fillon a dimitir y a que Juppé tomara el relevo, pero el candidato reiteró este domingo que no se retirará.