Este sábado se conoce un adelanto del documento confidencial del Fondo Monetario Internacional (FMI), que será discutido por su Directorio el próximo lunes en Washington, y que devela la frágil situación económica de Grecia para pagar su abultada deuda pública, lo que ha provocado también una fuerte subida del rendimiento de los bonos helenos.

El informe, que trascendió entre algunos medios especializados internacionales, será tratado el próximo lunes por el directorio del Fondo en Washington, en una reunión en la que el organismo debe debatir si va a continuar participando en el fondo de rescate de Grecia o si, por el contrario, prefiere retirarse del mismo, señala un cable de Télam.

Hay que recordar, en este sentido, que la «troika» que lidera la ayuda financiera y el rescate de Grecia está compuesta por el FMI, la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE), aunque el Fondo viene manifestando sus diferencias respecto a la evolución de la deuda griega.

En las últimas dos semanas, el rendimiento de los bonos griegos a 10 años trepó cerca de un 10% y sufrió su peor liquidación en un año, luego de que trascendiera en el mercado que el FMI podría abandonar su participación en los rescates del país, seis años después de haber tomado parte en todos los que estructuraron.

En el trabajo del organismo multilateral se afirma que el crecimiento de la deuda de Grecia es «altamente insostenible» en el tiempo, subrayando que la situación no va a mejorar incluso en el caso de que Atenas instrumente las reformas económicas que propicia el propio FMI.

Ya en su último informe anual sobre el país balcánico, el Fondo afirmaba que «Grecia no puede crecer con los problemas que le plantea su deuda», la cual representa actualmente el 180% de su Producto Bruto Interno (PBI), una relación que trepará al 275% hacia 2060, de acuerdo con las previsiones del organismo.

Para el FMI, los términos del actual rescate firmado por Grecia y la «troika» en 2015 no son realistas en términos de cumplimiento, ya que aunque Atenas cumpla con las exigencias de incrementar impuestos, privatizar empresas estatales y reducir abruptamente el gasto público, todo esto no servirá para reducir la deuda que crece año tras año.

El FMI considera necesario proceder a una significativa reestructuración de la deuda, una postura que lleva planteando hace aproximadamente un año y medio y que enfrenta la oposición de la ortodoxia extrema del BCE y de la UE.

Los europeos, orientados por Alemania, sólo reparan en los daños que podrían sufrir los bancos acreedores si se le condona parte de la deuda a Grecia, empujando a este país a una crisis social sin precedentes que insufla cada vez más fuerza a las fuerzas neo-nazis de Aurora Dorada.

Pero el Fondo no ha asumido hasta aquí un compromiso formal para aportar fondos frescos al paquete de rescate de 86.000 millones firmado en 2015.