«Para nosotros ha sido tremendamente desgastante, es incomprensible«, sostiene Lucy Avilés, gestora de la llegada a Chile del Super Tanker 747-400, el avión más grande del mundo para el combate de incendios.

Según comenta la chilena radicada en Estados Unidos, al momento de «movilizar» su ofrecimiento por las redes sociales se encontró «con una cantidad de gente que opina que el avión no sirve, que no sirve para cañones. Todos opinan acá, todos son expertos».

«Todos te dan las razones de por qué el avión no funciona. Nos ha pasado con la Onemi y la Conaf, en vez de decir que acá no tenemos nada que perder, probémoslo«, lamentó la mujer en entrevista con ADN Radio.

«Si cada vez que uno quiere dar una ayuda, te van a criticar y te van a juzgar...», concluye Avilés con tono pesimista.

Según un grupo de expertos consultados por Las Últimas Naticias, simplemente el Super Tanker 747-400 no sirve.

Alfredo Mascareño, Gerente de Protección Contra Incendios de Conaf, declaró al respecto: «Probamos un avión de características similares, de la misma empresa y el resultado no fue el prometido. Un brigadista que estaba abajo me dijo ¿y eso fue todo? A él le cayó una lluvia que no tuvo ningún efecto en el combate del fuego«.

Este avión necesita de un tiempo mínimo de recarga de 40 minutos, versus los 10 que requiere un helicóptero. A eso se suma, que requiere despegar desde una pista de, por lo menos, 2.450 metros. En Chile, sólo el aeropuerto internacional de Santiago, Arturo Merino Benítez, tiene la pista necesaria.

Por su parte, Jorge Marías, piloto español de la empresa FAASA, que actualmente presta servicios para combatir el fuego en Chile, aportó: «En las laderas de sotaviento (la ladera contraria a donde ocurre el incendio), el viento es muy turbulento, a lo que se añade la turbulencia que provoca el mismo incendio y las malas condiciones de visibilidad. Un avión de estas características necesita moverse a mucha más velocidad que un helicóptero para mantener su sustentación y no caerse. Si se mete en una quebrada, al bajar su velocidad, podría enroscarse con el viento y darse vuelta«.

En tanto, Julio Subercaseaux, ex presidente de la Federación Aerea de Chile, sentenció que «por velocidad, radio de giro, perso y velocidad, no es el avión adecuado. Se caería«.