A pesar que un gran porcentaje de la ciudadanía estima que no existe en Chile un racismo exacerbado, lo claro es que hay un grado de discriminación social o “clasismo” que es un tanto más sutil. Según un estudio de la Universidad Católica, hay un “sesgo ante el tono de piel” que pone ciertas cualidades positivas o negativas a las personas, dependiendo de lo “blanco” o “moreno” que sean, dando como resultado que se espera que los niños con un tono de piel más oscura tengan un peor rendimiento escolar en los colegios.

El estudio titulado “Ser “blanco” o “moreno” en Chile: El impacto de la apariencia en las expectativas educativas y las calificaciones escolares”, incluido en el libro «Abriendo las puertas del aula: Transformación de las prácticas docentes«, editado por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación CEPPE de la U. Católica y Ediciones UC, se da cuenta de la existencia de este sesgo que tiene un fuerte impacto dentro del sistema educacional del país.

Lo anterior se debe a que tanto los profesores como los propios alumnos tienen expectativas distintas sobre el desempeño escolar y la trayectoria académica de los alumnos, dependiendo si son “más blancos” o “morenos”.

El texto da cuenta que a distintas personas desde universitarios de distintas carreras y profesores de enseñanza media, se les entregó un informe escolar de un alumno de tercero medio, el que en unos casos iba con la foto de un joven blanco y en otros de uno moreno.

Los resultados sorprendieron a los investigadores Joke Meeus, Roberto González y Jorge Manzi, ya que los entrevistados mostraron en forma clara que poseían expectativas educacionales más altas para un alumno con su tez blanca que para el moreno.

El estudio revela que los entrevistados esperan que el estudiante de piel más blanca tuviera mejor éxito en la universidad, mientras que el alumno con su piel más oscura estudiará en un instituto profesional o simplemente no ingresara a la educación superior.

Otro estereotipo que da cuenta este texto es que creían que el alumno blanco obtendría un mejor puntaje en la PSU, mientras que en el caso del  moreno se esperaba que a la salida del colegio quisiera ir a trabajar en lugar de continuar estudios superiores.

El estudio demuestra que en el actual sistema educacional chileno, en pleno siglo XXI, existen «estereotipos asociados al color de la piel«, que apuntan a que «los alumnos morenos son considerados menos competentes en lo académico que los alumnos blancos«.

De acuerdo a lo que explica a Emol.com uno de sus investigadores, Jorge Manzi, «los entrevistados, que son personas muy educadas, han desarrollado la sensación de que las personas de piel más oscura tienen menos capacidad, menos competencia y están menos preparados para que les vaya bien educacionalmente«.

El documento explica también que se hicieron otro tipo de pruebas que confirmaron el citado sesgo por el tono de piel, el cual ocurre de forma independiente del género, la edad o el nivel socioeconómico del estudiante.

La atención de los investigadores se enfocó en que está demostrado que las personas de nivel socioeconómico alto tienen mejor rendimiento escolar, constatando que este prejuicio opera en todos los niveles de la sociedad chilena.

Manzi señala que «un alumno moreno de nivel bajo se enfrenta a una doble desventaja y necesita probar sus habilidades con redoblado esmero que otros alumnos en su mismo entorno«.

Además, el trabajo menciona que dicho prejuicio es incorporado psicológicamente por los alumnos morenos, hecho que termina afectando su desempeño escolar, lo cual fue demostrado a través de encuestas aplicadas y análisis de sus notas, en donde se descubrió que efectivamente los alumnos morenos tienen un rendimiento más bajo que el de sus compañeros blancos.