El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró que el gobierno mantendrá su propuesta de reajustar en 3,2% las remuneraciones del sector público, así como los otros beneficios aprobados por el Senado. Ello al participar en la discusión del proyecto durante su tercer trámite en la Sala de la Cámara de Diputados, donde se resolvió continuar el debate el próximo miércoles 2 de noviembre.

Ayer en su primer trámite la iniciativa fue votada por la misma sala, instancia que aprobó la idea de legislar pero rechazó diversos componentes de la iniciativa, entre ellos, el monto de reajuste propuesto, el congelamiento salarial para sueldos altos y los bonos de fin de negociación. En la revisión del proyecto en la Comisión de Hacienda del Senado, el Ejecutivo repuso las normas rechazadas y también presentó indicaciones, logrando la aprobación de un alza general de remuneraciones de 3,2% y de 6% para quienes reciben las remuneraciones mínimas; además del congelamiento (0% reajuste nominal) para rentas sobre $4,8 millones líquidos (en lugar de los $6 millones iniciales), lo que libera recursos que permiten ampliar en aproximadamente 24 mil personas el universo de quienes reciben los bonos pagaderos en diciembre de 2016: uno de $100 mil para los trabajadores cuya remuneración líquida sea inferior a $550 mil y de $73.500 para quienes reciban rentas entre $550 mil y $770 mil.

En el debate, el jefe de las finanzas públicas fue enfático en señalar que “espero que a todos les haya quedado claro que no hay más recursos» y reafirmó que el 3,2% es «la mejor oferta que podíamos hacer”, tal como señaló a la Mesa del Sector Público. Añadió que si el proyecto llega a una comisión mixta «habrá que votar por lo que viene del Senado o por lo que se aprobará acá. Y será otra vuelta a lo mismo. Está bien, yo sé que es a veces duro, pero ir a esa mixta, quiero decir que no tiene sentido”. Sostuvo que en caso de darse este escenario asistirá sólo si es citado.

Rodrigo Valdés manifestó a los diputados que “gobernar tiene siempre esta dificultad de tomar decisiones, si tuviéramos recursos ilimitados sería muy fácil. Quiero decir y volver a repetir de lo que dije ayer cuando discutimos esto, porque pareciera ser que este gobierno no se preocupara de los trabajadores del sector público”. En este sentido, recordó que el Congreso “ha aprobado 33 proyectos de ley desde el 2014, y hay 12 proyectos de ley en discusión de los cuales nos sentimos muy orgullosos, que significan un gasto adicional que no existía el 2014, que va a existir el 2017 por $ 700 mil millones».

El secretario de Estado enfatizó que “cuando uno suma todos los recursos que van a un sector, tiene siempre que dejar de hacer algo en otra parte. Y en este caso específico, porque este es un reajuste positivo, porque tiene bonos mayores que los del año pasado, estamos sacando recursos de otras partes”.

El titular de Hacienda expresó que “nos gustaría poder dar muchos más recursos para hacer mucho mayores reajustes, hacer muchos más hospitales, pero la realidad es que tenemos también que ser responsables con las generaciones futuras. Sería más fácil endeudarnos más de lo que estamos haciendo, porque ya nos estamos endeudando como nunca lo habíamos hecho en el pasado desde el retorno a la democracia y dejarles el pastel a los nietos nuestros, a los bisnietos nuestros. Eso no es progresista, tenemos que ser cuidadosos con los recursos que tenemos, usarlos bien y este reajuste es lo que podemos ofrecer dadas las restricciones”.

El ministro aseguró también que el Ejecutivo no está dispuesto a bajar el tramo de $4,8 millones para congelar remuneraciones, ante la solicitud de varios diputados, ya que esto “involucra congelar la renta en términos nominales y por lo tanto, una disminución real de 3% a un subconjunto muy amplio de funcionarios públicos, muchos de ellos de carrera, que tienen costos alternativos importantes”.