El colágeno es una de las principales proteínas que se compone de fibras y que mantiene las células unidas. Es el encargado de darle fuerza y brillo al cabello, firmeza a la piel, de mantener la estructura en ligamentos, tejidos, corazón, riñones y es vital en combatir esa temida “flacidez” que aparece con el paso de los años.
La pérdida de colágeno se produce por varios factores:
La acción de los radicales libres producen oxidación y la destrucción de las células.
La edad también es un factor importante, ya que la piel va perdiendo su elasticidad.
Los malos hábitos también contribuyen a una reducción del colágeno, como el cigarrillo y el alcohol.
Pero hay alimentos que ayudan a producir más colágeno y por lo tanto, a tener una piel que luzca mucho más sana.
Agua: Está al alcance de todo el mundo. Es gratis y sirve para humectar la piel porque ayuda a hidratar las células y previene que se arrugue. Lo ideal unos 6 a 8 vasos diarios.
Gelatina: Es una de las fuentes principales de colágeno. Hay de distintos sabores, con azúcar y sin aditivos. Es muy beneficiosa porque está compuesta de un 90% de colágeno animal.
Lisina y selenio: La linaza es una proteína que encontramos en las carnes rojas, pollo, cerdo; el bacalao, las sardinas, queso parmesano, soja, semillas, legumbres, nueces y huevos. En cambio el selenio lo encontramos en el pavo, espinacas y semillas de calabaza.
Palta: Es por excelencia un hidratante para nuestra piel, debido a su aceite natural. Por eso estimula la formación de colágeno, retrasa el proceso de envejecimiento debido a la vitamina E.
Vitamina C: Esta vitamina la encontramos en las frutas cítricas como tomates, naranjas, frutillas y cerezas. Es considerada como un gran antioxidante y ayuda a mantener altos los niveles de colágeno.