«Tenemos que entender mejor, vigilar y abordar las amenazas del cambio climático a los sitios del patrimonio mundial», aseguró Mechtild Rössler, director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco.
En el continente latinoamericano existen 6 sitios naturales y culturales que sufren los efectos del cambio climático. Este número se desprende del estudio global «Patrimonio Mundial y Turismo en un clima cambiante» elaborado por la Unesco, el Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP), y la Unión de Científicos Preocupados (UCS).
Isla de Pascua, Chile
El parque Nacional Rapa Nui (nombre indígena de la Isla de Pascua) aún conserva restos de una comunidad de origen polinesio asentada allí en año 300 d.C., con grandiosas formas arquitectónicas y esculturales como los numerosos «moai».
Los descubrimientos arqueológicos corren peligro por el cambio climático.
Según este informe, el impacto del cambio climático en Rapa Nui se proyecta sobre la escasez de agua por la reducción de lluvias, la suba del nivel del mar, las inundaciones y la erosión de la costa en donde se encuentran gran concentración de atracciones arqueológicas.
«Algunas estatuas de Isla de Pascua están en riesgo de perderse en el mar debido a la erosión costera», señala Adam Markham, autor principal del informe y director adjunto del Programa de Clima y Energía de UCS.
«El cambio climático podría llegar incluso a que algunos sitios pierdan su condición del patrimonio mundial», agrega.
El informe resalta también que el turismo representa una amenaza para muchos sitios del patrimonio mundial, especialmente en lugares frágiles como las Galápagos, que cuando se añade el cambio climático a la mezcla, se convierte en un multiplicador de amenazas.
Cartagena, Colombia
El puerto de Cartagena posee el conjunto de fortificaciones más completo de toda Sudamérica, con su catedral, palacios de estilo andaluz, antiguas residencias, etc.
La aquitectura de Cartagena de Indias está en riesgo por el cambio climático.Image
La aquitectura de Cartagena de Indias está en riesgo por el cambio climático.
Luego de 500 años de la llegada de los primeros españoles sobre estas tierras, la ciudad disfruta del boom turístico que genera empleos y revitalización económica.
Sin embargo, el rápido aumento del nivel del mar e inundaciones costeras, están poniendo estos históricos desarrollos en situación de riesgo.
También una mayor intensidad de las tormentas amenaza varios barrios pobres costeros, según señala el informe.
Planes de desarrollos para paliar y prevenir situaciones con el propósito de frenar el impacto del cambio climático se están llevando a cabo en los edificios históricos y monumentos.
Coro y su puerto, Venezuela
Con sus construcciones, la ciudad de Coro es el único ejemplo actual de la fusión de técnicas y estilos autóctonos, mudéjares españoles y holandeses.
Fundada en 1577, fue una de las primeras ciudades coloniales de América y posee unos 600 edificios históricos, según describe la Unesco.
El cambio climático hace peligrar los centenarios edificios de la ciudad venezolana de Coro.
Coro fue puesto en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro en 2005 como resultado de los daños significativos sufridos por las inusuales e intensas lluvias y tormentas de 2004 y 2005.
América Central y la región del Caribe fueron identificadas como uno de las partes tropicales del mundo más sensible al cambio climático ya que registró un marcado aumento de los fenómenos meteorológicos extremos incluyendo sequías, tormentas e inundaciones en los últimos 30 años, agrega el estudio.
Islas Galápagos, Ecuador
Son 19 islas situadas en el Pacífico, a unos 1.000 kilómetros del subcontinente sudamericano. Son de origen volcánico y su reserva marina circundante son un museo y un laboratorio vivientes de la evolución, describe la Unesco.
La riqueza que compone este conjunto de islas inspiró al naturista inglés Charles Darwin a desarrollar su teoría de la evolución por selección natural.
Las tortugas gigantes son una de las principales atracciones de las Islas Galápagos.
Las principales amenazas para la biodiversidad de las Islas Galápagos en las últimas décadas fueron el turismo y el crecimiento de la población, la introducción de especies exóticas e invasoras, y la pesca ilegal.
Ahora hay que agregarle el cambio climático.
El aumento del nivel del mar, calentamiento de los océanos y la atmósfera, acidificación de los océanos y los cambios en las precipitaciones y eventos extremos, pueden tener negativas consecuencias para los ecosistemas de las islas.
Según el informe, el factor clave será ver cómo el fenómeno climático de El Niño y otros eventos cíclicos se manifiesten en medio del calentamiento global y cómo las corrientes del océano responden.
«Las conclusiones del informe ponen de relieve que alcanzar el objetivo de limitar el aumento global de la temperatura a un nivel muy por debajo de 2 grados centígrados establecido en el Acuerdo de París es de vital importancia para la protección de nuestro patrimonio mundial, para las generaciones actuales y futuras», agrega Rössler.
Parque Nacional Huascarán, Perú
El parque lleva el nombre del monte Huascarán que se encuentra en la Cordillera Blanca, la cadena montañosa tropical más alta del mundo, que se alza a 6.768 metros sobre el nivel del mar.
Las reservas de agua podrían no alcanzar para la población que habita cerca del Parque Nacional Huascarán, en Perú.
En sus profundas quebradas, con lagos glaciares y abundante y variada vegetación, viven especies animales como el oso de anteojos y el cóndor andino.
Los recientes cambios en el clima han marcado grandes impactos en la región provocando la reducción del tamaño de los glaciares, mientras que muchos han desaparecido.
Esto causa preocupación sobre la disponibilidad del agua para satisfacer la creciente población.
Además, el derretimiento de los glaciares expone roca rica en metales pesados, como plomo, arsénico y cadmio, metales tóxicos que terminan en los ríos y que afectan a la calidad del agua y del suelo.
Reserva de Mata Atlántica del Sureste, Brasil
La mata atlántica es un conjunto de reservas situadas en los estados de Paraná y Sao Paulo que incluyen desde montañas cubiertas por tupidos bosques hasta pantanos e islas costeras concolinas y dunas asiladas.
La suba del nivel del mar y el clima extremo se convirtieron en una amenzada para las reservas de Brasil.
El desarrollo urbano, la explotación de la tierra, la tala de árboles ilegal son los principales factores que dañan ese ecosistema.
El cambio climático, traducido en el aumento de los niveles del mar y los extremos en el clima, recientemente también se transformaron en una amenaza provocando inundaciones, deslizamientos de tierra y causando la degradación del hábitat y pérdidas.
Fuente:BBC