La campaña realizada en una tienda de lujo en Bangkok (Tailandia), donde coloraron una serie de productos a disposición de los clientes, que al tratar de probárserlos o abrirlos, mostró la crueldad con que son tratados los animales para crear estas colecciones de moda. Los bolsos de piel tenían dentro un corazón falso latiendo o las vísceras vivas de una vaca. Los guantes y zapatos estaban impregnados de sangre que manchaban manos y pies de los clientes.
La campaña elaborada por Ogilvy & Mather Advertising Bangkok para la organización PETA Australia y pretende denunciar que la mayor parte del cuero utilizado en la industria de la moda proviene de países en desarrollo como India y China, donde las leyes no contemplan la protección de animales sacrificados para obtener sus pieles.
De acuerdo a PETA, el cuero utilizado por la industria textil proviene directamente de granjas industriales y mataderos. El tratamiento del cuero afecta el medio ambiente con la contaminación de los productos químicos s que se utiliza en el curtido de las pieles.