La suspendida Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, agradeció este lunes la solidaridad de los Gobiernos y organismos de integración de América Latina tras el golpe parlamentario en su contra a través de la figura del juicio político, que la obligó a separarse del cargo por 180 días.
«Fieles y agradecidos a la solidaridad que estamos recibiendo del mundo entero, nos sentimos más fortalecidos en nuestra disposición de resistir el golpe que se pretende consumar contra nuestra democracia», escribió la mandataria en su cuenta de Facebook.
Rousseff rechazó que el Ministro interino de Relaciones Exteriores de Brasil emitiera notas de crítica a los gobiernos de América Latina y al secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, por denunciar el golpe parlamentario disfrazado de legalidad.
Abogado de Rousseff: Esto es un golpe sin armas
«Fuerzas partidistas, como las que ahora quieren dirigir la política exterior brasileña – tradicionalmente sumisas a las grandes potencias – no tienen autoridad política o moral para invocar el principio de la soberanía, sobre todo cuando tienen rutinariamente practicado la injerencia en los asuntos internos de otros países de la región», dice el texto publicado en Facebook.
Rousseff indicó que los gobiernos y los pueblos de América Latina también están preocupados por las amenazas del nuevo ministro contra el Mercosur y «su disposición de establecer acuerdos económicos y comerciales profundamente perjudicial al interés nacional».
Dilma Rousseff se encuentra actualmente separada de su cargo por 180 días, mientras enfrenta el juicio político que la derecha realiza en su contra.
Michel Temer asumió como Presidente interino de Brasil durante una ceremonia privada celebrada en la sede del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), donde prometió cambios severos en la economía, principalmente en cuanto a la potenciación del sector privado.