La mezcla de la humedad y el frío, la consecuente exposición a cambios de temperatura, sumado a la propagación de virus y bacterias, forman en esta época la ecuación ideal para el aumento de las enfermedades, particularmente respiratorias. Sin embargo, una correcta nutrición puede ayudar a reforzar nuestras defensas.
De hecho, la Secretaria de Estudios de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Silvana Saavedra, asegura que incorporar ciertos alimentos en la dieta permite tener defensas fuertes y una vida saludable. “Nuestro sistema inmunológico tiende a debilitarse producto de algunos factores como el estrés, el apremio en el ritmo de vida acelerado y, por supuesto, por la mala alimentación”, señala. Es por eso que indica que la dieta juega un papel crucial en el fortalecimiento del sistema inmune, para evitar el contagio de enfermedades.
Dentro de las recomendaciones para reforzar las defensas, la experta destaca que hay que reducir el consumo de grasas, ya que hay estudios que demuestran que éstas restringen la capacidad de respuesta del sistema inmunológico, favoreciendo el contagio de enfermedades. También sugiere aumentar el consumo de lácteos fermentados, ya que las bacterias de productos como el yogurt y las leches cultivadas ayudan a aumentar nuestras defensas.
“Las vitaminas A, E, B y C son también aliadas imprescindibles para mejorar las defensas, gracias a sus propiedades y funciones de protección de las células respiratorias”, agrega.
Ejemplos de alimentos ricos en vitamina A son algunas frutas y verduras de color rojo, como el tomate, la betarraga, las fresas y cerezas; también vegetales verdes como la espinaca o la lechuga, y otros como la zanahoria y el zapallo. En tanto, algunos clásicos que contienen vitamina E son el aceite de oliva, girasol o soja, frutos secos, cereales, germen de trigo, espárragos y hortalizas de hojas vedes. Entre los del complejo de la vitamina B, destacan el pescado, los huevos y las legumbres, así como los cereales, productos lácteos, carne e hígado, entre otros. Y con vitamina C, los cítricos y algunas verduras como brócoli, pimiento y papas.
Asimismo, Silvana Saavedra recuerda que hay que tener presentes los minerales como el zinc, manganeso, cobre, hierro y selenio, los que se pueden encontrar en legumbres, frutos secos, carnes, pescados y huevo, por nombrar algunos.
La especialista de la Universidad del Pacífico también aconseja con especial énfasis el consumo de ajo y cebolla. “El ajo porque, además de tener factores antibacterianos y antivirales, aumenta las defensas del sistema inmune. Y la cebolla, porque alivia síntomas de enfermedades respiratorias”, precisa.
“Los hongos y setas también son bienvenidos”, comenta la docente, quien finaliza sus recomendaciones llamando a tomar abundante agua. “Se deben consumir al menos 2 litros diarios de agua, ya que también ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico”, finaliza de especialista.
Recomendaciones nutricionales para combatir enfermedades invernales
– Alimentos ricos en vitamina A, como tomates, betarragas, fresas, cerezas, espinaca, lechuga, zanahoria y el zapallo.
– Alimentos con vitamina E, como aceite de oliva, girasol o soja, frutos secos, cereales, germen de trigo, espárragos y hortalizas de hojas vedes.
– Alimentos del complejo de la vitamina B, como pescado, huevos, legumbres, cereales, productos lácteos, carne e hígado.
– Alimentos con vitamina C, como cítricos, brócoli, pimiento y papas.
– Ajo y cebolla.
– Hongos y setas.
– Al menos 2 litros de agua.