La clave para mantener una boca sana incluso antes de la aparición del primer diente es mantener una alimentación saludable, buena higiene y controles semestrales con un odontopediatra en la primera etapa y visitar un odontólogo desde la adolescencia hasta adulto.
En el primer ciclo, desde los 0 a 2 años, es muy importantes, aunque aún no existan dientes, higienizar con una gasa húmeda la boca del lactante, y apenas aparezca el primer diente se debe cepillar sin pasta, ya que en esta edad aún no hay control de la deglución.
Las odontopediatras de KidSmile, Pamela Bornscheuer y Gabriela Cancino, creadoras del programa Intervención Temprana Odontológica (I.T.O.) para impartir en Jardines, Colegios y Empresas, señalan que “hay que recordar que tanto la leche materna como la de fórmula son cariogénicas, por lo tanto, después de la lactancia lo indicado es higienizar. Cuando aparece el primer diente, lo ideal es cepillar después de cada comida, con un cepillo lo más pequeño posible y de cerdas suaves”.
En el segundo ciclo, desde los 2 a 8 años, es el momento de incorporar pasta dental al cepillo de cabezal pequeño y cerdas suaves, y si el niño aún no sabe escupir, puede utilizar pasta sin flúor. “En esta etapa es fundamental la supervisión y ayuda de los padres, ya que es aquí donde estamos influenciando en la creación de hábitos. Por otro lado, durante esta etapa aún no se desarrolla 100% la motricidad fina, entonces el niño difícilmente logrará un cepillado efectivo por sí solo”, señalaron Bornscheuer y Cancino.
Durante este ciclo, también se recomienda utilizar seda dental entre los dientes y molares que estén muy juntos, como mínimo una vez al día, y el cepillado debe ser después de cada comida y antes de ir a dormir.
En el tercer ciclo, desde los 8 años en adelante y adolescencia, es importante tener en cuenta que durante esta etapa hay tendencia al descuido personal, a dormir horas extra y desordenarse con las comidas, por lo tanto, es fundamental la supervisión y motivación de un adulto para reforzar los hábitos de higiene.
“Es aconsejable que el cepillo aún sea pequeño, ya que facilita el acceso a los sitios posteriores de la boca, y es importante agregar la seda dental a la rutina de cepillado por lo menos una vez al día. En este rango etario muchos comenzarán con brackets o frenillos, lo que intensifica el riesgo de acumular placa bacteriana y de aparición de caries, por esta razón se aconseja intensificar las medidas de higiene”, agregan Bornscheuer y Cancino.
Consejos de cepillado por rango de edad:
De 0 a 2 años: Para facilitar el cepillado se puede utilizar la siguiente posición: mamá sentada sobre la cama y el niño acostado con su cabeza en las piernas, de esta forma se tiene control de su cabeza y boca, y el niño tiene facilidad y libertad de mover sus manos.
De 2 a 8 años: Si el niño ya logra escupir, se puede incorporar pasta fluorada, lo ideal es que tenga al menos 1.000 ppm de flúor. Para verificar la concentración se recomienda ver los ingredientes de la pasta y no guiarse por el rotulado según edad.
De 8 años en adelante y adolescencia: Incorporar pasta dental de adulto o de al menos 1.450 ppm de ion fluor. Lo importante es utilizar poca cantidad con una pequeña lámina de pasta sobre el cepillo.