El Banco Central recortó fuertemente la proyección de crecimiento entre un 1,25 y un 2,25 por ciento para 2016, según indicaron en su Informe de Política Monetaria (IPoM).
En el texto, la institución explicó que para 2017 el crecimiento debería llegar a entre un 2 y un 3 por ciento, mientras que la inflación «permanecerá sobre 4 por ciento durante la primera parte de este año para converger gradualmente a la meta de 3 por ciento en la primera mitad del próximo».
La decisión se debe que «la economía creció menos de lo anticipado en el último trimestre del año 2015 (…) la demanda también creció por debajo de lo previsto y que, se prevé, mantendrá un bajo dinamismo».
«También considera que el impulso externo que recibirá la economía chilena en los años 2016 y 2017 será menor que lo que se esperaba en diciembre y que esto se debe tanto a un crecimiento global menor al previsto, como por condiciones financieras que se estiman menos holgadas y menores términos de intercambio».