El anuncio oficial lo dio a conocer el Ministerio egipcio de Antigüedades el pasado 2 de enero y se trata de un nuevo e importante descubrimiento cerca de la capital egipcia de El Cairo, en Abusir. Se confirmó el hallazgo de la tumba de una reina de la que no se tenía constancia, Khentkaus III, perteneciente a la V Dinastía faraónica (2.500-2.350 a.C).
Pero recién este lunes el profesor Miroslav Barta, del Instituto Checo de Egiptología, que encabezó el equipo que descubrió la tumba de la Khentkaus III o Reina Madre y entregó detalels de los primeros análisis de la necrópolis y que podrían demostrar una gran cantidad de similitudes con la actualidad. De comprobarse, no sería una buena noticia.
«El surgimiento de la democracia, el terrible impacto del nepotismo y el papel que desempeñaron grupos de interés», más el cambio climático, llevaron a su fin al Imperio Antiguo, que se extendió entre el 2649 y 2150 a. C.
Según Barta, en 200 años tras la muerte de la reina Khentkaus III el Nilo no crecía y la sequía consumió al reino, lo que contribuyó a la desintegración de la era de los constructores de pirámides.
Al mismo tiempo agrega que «sin inundaciones razonables no hubo cosechas y, por lo tanto, se recaudaron pocos impuestos», por lo que «no había medios suficientes para financiar el aparato del Estado y mantener su ideología e integridad».
¿Por qué esto sería un problema para el mundo actual? De comprobarse las líneas de investigación, se encontrarían muchos caminos hacia nuestro mundo moderno, que también enfrenta muchos desafíos internos y externos similares a los vividos por el Egipto faraónico, sostiene el especialista.
Barta también intenta responderse si se está al borde del colapso. No lo descarta, aunque asegura que es importante aprender «de la tumba de Khentkaus». «Si aceptamos el colapso como un hecho, entenderemos los colapsos como una parte del curso natural de las cosas y uno de los pasos necesarios en el proceso que conduce hacia la ‘resurrección'», asegura, por lo que, solo entonces, se podrá «hacer algo al respecto».
La tumba fue descubierta en la necrópolis de Abusir, a 198 metros de donde se encontraba su esposo, el faraón Neferefre, quien gobernó hace 4.500 años. El hallazgo representa, para Barta, «un parche negro en la historia del Imperio Antiguo».
Ahora, el Instituto Checo de Egiptología comenzó a evaluar los elementos encontrados en la tumba, que podría marcar una gran similitud con el mundo actual, con desastres naturales, revoluciones políticas y un cambio climático que derivó en un gran colapso similar a lo que se denomina “fin del mundo”.