A continuación te describimos cinco detalles importantes en los que debes fijarte al momento de elegir tu próxima pieza.
Los Biseles
Los relojes de aviador fueron los primeros en mostrarlos y fue Rolex quien hizo famosos los biseles acanalados o estriados. Estos dotan a los relojes de muñeca de una imagen fina, brillante y muy a la moda. Un ejemplo a destacar es el “Sky-Dweller” de Rolex, que cuenta con un calendario anual.
Correa cosida
Las coloridas costuras montadas que subrayan el trabajo manual y el valor de una buena correa. Estas le dan al reloj un punto valioso en tu muñeca. Hay costuras montadas especialmente en relojes deportivos o vintage, como por ejemplo el “Heritage Ranger” de la marca Tudor.
Toque Vintage
Las grandes marcas de relojes hacen un tratamiento especial a los materiales de la caja, carátula o correa con ácidos; cepillan y llevan a cabo un procedimiento artificial de deterioro para darle al reloj un encantador estilo vintage. Un ejemplar único, por ejemplo el “U- 42 Unicum” de U-Boat.
Cristal frontal
Los grandes fabricantes colocan su logo en la parte inferior en relojes de cristal, en lugar de en la carátula. Es una elaborada técnica láser con altos costos de producción. La ventaja: la legibilidad de las funciones y la vista al mecanismo descubierto mejoran, como en el “Timewalker Chronograph 100” de Montblanc.
Las Manecillas
La delicadeza de un buen diseño se descubren en los detalles, sobre todo en las manecillas. Para garantizar una legibilidad ideal, algunas marcas utilizan manecillas largas y en punta. Este diseño en filigrana permite, ante todo, un display exacto de los minutos o segundos, un buen ejemplo es el “L.U.C. 1963” de Chopard, que cuenta con las manecillas en forma de delfín.