La Cámara de Diputados logró un acuerdo reglamentario para restringir las ausencias de los diputados en las sesiones, fijando un límite y aumentando los días que les serán descontados de sus sueldos a los parlamentarios.
En la actualidad, si un miembro de la Cámara Baja necesita ausentarse por motivos personales debe justificar la razón, lo que deberá ser aprobado o rechazado por la mesa de la Cámara. En caso de autorizarse, hoy sólo se descuentan como máximo cuatro días de su dieta, aunque su inasistencia se extienda por más tiempo.
En la modificación acordada el martes se estableció que desde ahora se les descontarán hasta 29 días de sus dietas. El cambio implica que esa cantidad puede distribuirse a lo largo de un año, fijándose esa cifra como el tope de inasistencias justificadas en las que puede incurrir cada legislador durante todo un año. Sobre esa cantidad no habrá autorización para ausentarse.
El sueldo líquido de un diputado, sin contar las asignaciones que se les entregan todos los meses para gastos de oficina y contratar personal, es de $6,5 millones, es decir, más de $219 mil al día. Por lo tanto, el descuento podría llegar hasta $6 millones 360 mil anuales.
La nueva medida se aplicará en paralelo a las sanciones que ya existen para casos de inasistencias injustificadas a las sesiones de la sala de la Cámara, que van desde amonestaciones a un máximo de $95 mil como multa para un diputado.
Esto no incluirá, en todo caso, licencias médicas por enfermedades y los viajes al extranjero en misiones oficiales. Sobre esto último, la mesa también incluirá en los próximos días estándares más exigentes para determinar lo que será entendido como una misión oficial, para evitar -explican- un abuso de los legisladores. Se ha sabido de varios viajes donde los parlamentarios vana foros o seminarios donde sólo asisten un día, pero se quedan otros tantos, en “agenda libre”.
Una nueva medida que pareciera ir en la línea de ayudar a “blanquear” la dañada imagen que la clase política hace rato tiene entre la ciudadanía.