El Gobierno argentino anunció este miércoles la eliminación de las restricciones que rigen desde fines de 2011 en el mercado de divisas y abrió las puertas a una devaluación del peso.
Al solo anuncio el diputado del Frente para la Victoria (FpV) y ex ministro de Economía de la Sra. K, Axel Kicillof, el anuncio «es una devaluación, no tiene otro nombre». El programa económico de Macri es «absolutamente ortodoxo y en consonancia con lo que planteó siempre el Fondo Monetario Internacional (FMI)», apuntó.
«Se podrá exportar, importar y comprar dólares libremente en un mercado único de divisas», anunció el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, en una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda en Buenos Aires.
El secretario de Estado trató de llevar calma a la población y afirmó que el Gobierno evitará que la devaluación tenga un impacto inflacionario al asegurar que se negociará un acuerdo de precios que tendrá como parámetro los vigentes al 30 de noviembre.
Las autoridades se reunieron ya con compañías del sector de alimentación y aspiran a lograr un acuerdo económico y social a mediados de enero con sindicatos y empresas «para cuidar el empleo y el salario».
El levantamiento del también denominado «cepo al dólar» que aplicó el kirchnerismo se lleva a cabo una semana después de la asunción del presidente Mauricio Macri, cuyo gobierno negoció el ingreso de entre 15.000 y 25.000 millones de dólares en las próximas cuatro semanas para reforzar las reservas del Banco Central a fin de afrontar una eventual demanda excesiva de dólares en el mercado interno.
Prat-Gay evitó anticipar a cuánto cotizará el dólar mañana en la apertura de los mercados, aunque los analistas estiman que subiría de los 9,83 pesos que vale hoy a cerca de 13 a 15 pesos. En el mercado informal la moneda estadounidense operó hoy a 14,57.
El ministro de Hacienda y Finanzas puso sin embargo como referencia probable la cotización actual de 14,20 pesos del denominado «dólar contado con liqui», la operación por la cual se puede cambiar pesos argentinos por dólares en el exterior mediante la compra-venta de acciones o títulos de deuda.
Esto implicaría que el peso registraría una devaluación de al menos 44 por ciento si los mercados se adecúan a las estimaciones oficiales.
El Banco Central aplicará una administración de la cotización del dólar en una «banda de flotación sucia» de la cotización del dólar, anticipó Prat-Gay.
Las restricciones al mercado de cambios fueron implementadas por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner días después de su reelección en octubre de 2011, luego de una fuerte salida de divisas que debilitaron las reservas de moneda extranjera del Banco Central de la República Argentina (BCRA, emisor).
Las medidas se fueron endureciendo con el paso de los meses. Se limitó la compra de divisas al equivalente al 20 por ciento del salario y sólo con autorización de la agencia fiscal, se restringieron las importaciones -para las que necesitaban aprobaciones individuales-, se prohibió el giro de fondos de empresas a sus casas matrices en el exterior, sólo con algunas excepciones, y se aplicó un gravamen del 35 por ciento a los pasajes a terceros países y a las compras con tarjetas de crédito y débito en el exterior, entre otras restricciones.
Todas las limitaciones fueron levantadas, informó el ministro de Hacienda y Finanzas, quien precisó además que se eliminará el encaje del 30 por ciento que se exigía al ingreso de divisas.
«Es lo que esperaba el mercado: una eliminación del cepo total», destacó el economista Fausto Spotorno.
«Vamos a levantar las trabas que frenan la economía y eso va a ser el puntapié para levantar la economía. El que quiere exportar va a exportar y el que quiere importar va a importar. El que quiere comprar dólares los va a comprar y el que los quiera vender los va a vender», puntualizó Prat-Gay. Se mantendrá el límite de compra vigente en 2011 de un máximo de dos millones de dólares.
«Cumplimos con la promesa de levantar el cepo en tiempo y forma. Es fundamental para que la economía vuelva a un sendero de crecimiento. Queremos volver a crecer para cumplir con el primer eje de la campaña de (la alianza gobernante) Cambiemos que es pobreza cero», remarcó.
El ministro destacó que «Argentina está normalizando su situación financiera» luego de «un sistema que lleva cuatro años de ahogar económicamente al país». La promesa electoral de Macri se cumple en su primera semana de Gobierno, luego de asegurarse un flujo de divisas que permita afrontar una demanda intensa de dólares.
Además explicó que se acordó, con las grandes empresas cerealeras, que venden al exterior gran parte de la producción agrícola argentina, la liquidación de exportaciones por unos 400 millones de dólares diarios en las próximas tres semanas.
Por otra parte, el Banco Central acordó con China la conversión a dólares de parte del «swap» de yuanes pactado por el gobierno anterior, préstamos de bancos extranjeros y la promesa de empresas de anticipar inversiones.