Cerca de dos semanas después de los mortales atentados que golpearon la capital francesa, el sector del turismo -motor de la economía francesa- registra cancelaciones masivas que preocupan en el largo plazo. Mientras los responsables apuestan a que sea un fenómeno pasajero, otros expresan su pesimismo.
Los atentados perpetrados en París el 13 de noviembre provocaron una ola de cancelaciones en el sector turístico parisino.
“Es un verdadero drama”, indica anónimamente un hotelero de un establecimiento de lujo citado por Le Monde, que explica que clientes que no dudan en gastar 30.000 euros por noche, sin incluir el desayuno de golpe, han abandonado París.
Uno de los hoteles más prestigiosos perdió dos millones de euros tras los primeros días del ataque, agrega el vespertino.
Pero el problema no sólo para los hoteles de lujo, que se prevén una “crisis significativa para los seis próximos meses”. La semana que le siguió a los atentados, los hoteles perdieron en promedio 24 puntos en la tasa de ocupación, mientras 7 días antes se registraba un crecimiento del 2,4, según cifras oficiales de la Oficina de Turismo y de los Congresos de París (OTCP).
“Por supuesto, no hemos regresado a la normalidad”, explicaba este miércoles Nicolas Lefebvre, director general de la OTCP. Sin embargo, la tendencia de los últimos días es hacia una normalización, asegura.
Según un comunicado de esta organización, la tasa de ocupación cayó 21 puntos el pasado fin de semana, mientras había sido de hasta 28 siete días antes.
Por su parte Vincent Lemaître, el presidente del grupo de restaurantes Flo, propietario entre otros de La Coupole, cifró en 50% las anulaciones en los días inmediatos al ataque.
En cualquier caso, el impacto es mayor que el de los atentados de enero, contra la redacción de Charlie Hebdo y el supermercado judío. Los ataques del 13 de noviembre fueron “más ansiogénicos” porque fueron a ciegas, sostiene Lefebvre.
Por otro lado, la compañía Air France no ha querido revelar el balance de las anulaciones de vuelos.