Andrés Allamand Zavala, actual senador por Santiago Poniente, que muchos asocian con la llamada «política de los Acuerdos», no siempre tuvo esta posición dialogante, en el pasado reciente, en su libro-confesión La Travesía del Desierto (1999) revela, por ejemplo, porqué apoyo fervorosamente el golpe de Estado de 1973:
«Viví el movimiento del Once de Septiembre con alivio, esperanza y también con gran optimismo. Sentí que el país se había salvado del despeñadero en el minuto final y vi en el golpe una reacción no sólo legítima, sino también patriótica que interpretó a un inmensa mayoría ciudadana». (Pág.27)
«Apoyé al gobierno militar y durante los primeros años yo diría que lo hice con entusiasmo. Era de bien nacido respaldar una administración que se había hecho cargo del país en una encrucijada tan difícil y a petición de nosotros mismos. Siempre pensé que la transformación económica iba bien encaminada, aunque golpeara directamente a nuestra propia familia, como cuando quebró una de las empresas en que mi padre trabajaba». (Pág.31)
«El tema de los derechos humanos surgió más tarde. Por supuesto, nunca fui indiferente, pero es cierto que en los primeros años el drama de los derechos humanos me fue, como a muchos otros, distante». (Pág.32)