Hungría se convierte en el primer país europeo en tomar medidas para evitar la avalancha de inmigrantes, este fin de semana el Ministerio de Defensa húngaro informa: «La primera parte de la alambrada fronteriza ha sido terminada de la fecha fijada, el 31 de agosto».
Esta medida se une al debate que se iniciará en el Parlamento que propondrá de establecer penas de cárcel por cruzar de forma ilegal su frontera y autorizar el uso, en determinadas circunstancias, balines de goma y gases lacrimógenos.
“Estas medidas legales son el último intento del Gobierno nacionalista húngaro de detener la afluencia masiva de refugiados procedentes de zonas de conflicto, como Siria o Afganistán, que utilizan la ruta de los Balcanes para llegar a Europa Occidental, especialmente Alemania, Austria y los países escandinavos” reporta la agencia Reuters.
Durante este fin de semana la policía de Hungría logró detener a 2.822 personas que trataban de cruzar la frontera de manera ilegal, entre ellos 553 menores. En las últimas semanas el número de refugiados que entran a diario en el país oscila entre las 1.000 y 3.200 personas, informa la autoridad policial.
Estas medidas podrían comenzar a replicarse en otros países de la Unión Europea.