Las olas golpearon una y otra vez la construcción del polémico Hotel Punta Piqueros, ubicado en la comuna de Concón en Valparaíso, dejando en evidencia lo evidente: el riesgo de construir cerca del mar y, en especial, en una zona de alto riesgo de tsunami.
Patricio Herman de la Fundación Defendamos la Ciudad detalla que el 10 de enero de 2011 -con la aprobación del Concejo Municipal de Concón- se autorizó el permiso de edificación Nº 7 a favor de la Inmobiliaria Punta Piqueros S.A. cuyos dueños son los conocidos empresarios Bengolea, Urenda, Bolocco y Said.
El dirigente recuerda que «este proyecto está localizado adyacente al polémico Santuario de la Naturaleza Dunas de Concón y sus obras están paralizadas por un ejemplar fallo de la Corte Suprema de Justicia en atención a que no fue sometido oportunamente al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)».
Por su parte, el Comité Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar asegura que han entregado a las autoridades estudios e informes que indican que esta iniciativa no cuenta con condiciones para resistir un tsunami, por lo que, al aprobarlo, se expone la vida de sus potenciales 1.500 pasajeros y 145 trabajadores.
«El diseño del inmueble, además, no permite la extinción de un incendio de envergadura desde el exterior, ni el acceso de carros bombas y escalas telescópicas a la base del edificio para salvar a personas atrapadas en su interior», agrega la organización.
«Las marejadas recurrentes en la Región de Valparaíso han demostrado la extrema vulnerabilidad del proyecto Hotel Punta Piqueros. Se registró el caso en que las olas superaron la altura de los 40 metros, sobrepasando la obra gruesa de la construcción y la vía pública que ésta enfrenta», advierte la entidad.
Según el Comité: La fuerza de una onda de tsunami es mil veces mayor que la de una marejada y la presión hidrostática es de 40 ton/m2. En consecuencia, las fachadas vidriadas del edificio colapsarán, penetrando violentamente el agua en su interior, inundando todo a su paso y succionando con la misma fuerza a su retiro.
«La geografía del lugar donde se emplaza este proyecto aumenta el riesgo, por cuanto inmediatamente detrás del hotel se encuentra la ladera del farallón del Campo Dunar cortada como acantilado. Cuando la onda del tsunami sobrepase el hotel, chocará con esta verdadera muralla. El agua retenida por el farallón elevará su nivel violentamente por sobre los 30 metros de altura que contempla la zona de seguridad. Se producirá así un efecto de resonancia y oscilación de las aguas entre el hotel y el farallón del acantilado, lo que multiplicará la capacidad destructiva de las olas», señala.
«Si en el tsunami de 2010 murieron 150 personas, en una circunstancia de sismo asociado a tsunami en la zona donde se pretende emplazar este hotel habría una alta probabilidad de que mueran más de 1.500 personas», deja en claro el Comité Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar.
Según la organización, han sido notificadas de esta situación a las máximas autoridades, como la Presidenta de la República, el ministro del Interior y la Onemi, responsables directos de la seguridad de los ciudadanos.
Los Bolocco
La historia del polémico hotel es la siguiente: Enzo Bolocco buscó inversionistas para llevar a cabo el proyecto y para tales findes logró fichar a los grupos Said y Urenda.
Según consigna Ciper Chile, la iniciativa es manejada desde 2008 por Inmobiliaria Punta Piqueros S.A, sociedad que hoy tiene un capital de $8.700 millones. En 2011 Enzó creó Bolocco Inversiones IPP junto a Bolocco Comunicaciones, de su hija Diana, aportando acciones de Inmobiliaria Punta Piqueros S.A. avaluadas en $570 millones.
En ese mismo año se iniciaron las obras, despertando una fuerte oposición ciudadana, quienes interpusieron una acción legal ante los Tribunales de Justicia. Por tal razón, las obras se paralizaron y el hotel se sometió al sistema de evaluación de impacto ambiental.
En agosto de 2014 el proyecto fue autorizado, obligando a las organizaciones a iniciar nuevas acciones administrativas.
Posteriormente, el Comité de Ministros del Medio Ambiente rechazó el recurso, permitiendo a Punta Piqueros retomar sus obras.
Las otras olas
Pero no es la única marejada que afecta al clan Bolocco.
Cecilia Bolocco y su ex esposo, Carlos Menem, fueron imputados en Argentina. Una investigación por lavado de dinero y otros delitos involucran a la ex Miss Universo 1987 y al ex mandatario trasandino.
Ambos son indagados por los delitos de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, y encubrimiento.
El recurso, que fue impuesto por el fiscal federal Jorge Di Lello, apunta a que no se habrían declarado la propiedad de un departamento en el barrio de Palermo, en el que vivieron la modelo Karina Jelinek y el financista Leonardo Fariña.
Esto, se suma a una denuncia presentada en junio por el diputado radical Manuel Garrido contra Menem, acusando enriquecimiento ilícito, lavado de activos y omisión maliciosa en su declaración jurada.
La presentación incluía a Cecilia Bolocco y otras cinco personas, agregando la figura del encubrimiento.
«La firma Diego S.A. resulta ser la propietaria del departamento (…), disimulando la titularidad del bien y el origen de los fondos utilizados para su adquisición», indica la presentación del parlamentario.
Los accionistas de Diego S.A. eran Cecilia Bolocco y Cecilia Bolocco Producciones. La ex Miss Universo habría recibido la propiedad por parte de Carlos Menem, como parte de su acuerdo de disolución conyugal.