Rusia ha ejercido su derecho a veto y detuvo el proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la necesidad de crear un tribunal internacional que juzgue a los culpables de la catástrofe del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que fue derribado el 17 de julio de 2014 en el este de Ucrania, y cuya investigación sigue en curso. Once países miembros del Consejo de Seguridad han votado a favor, mientras que tres países (Angola, Venezuela y China) se abstuvieron.
El proyecto de resolución, que califica la tragedia de «amenaza para la paz y la seguridad internacional», estipulaba la creación de un tribunal «con el único objetivo del procesamiento penal de las personas responsables por los delitos relacionados con la destrucción del avión de Malaysia Airlines que realizaba en vuelo MH17». El documento también exige a todos los países «colaborar plenamente» con el órgano judicial.
La propuesta de creación del tribunal fue hecha por Australia y Malasia, con el apoyo de otros países que no forman parte del Consejo de Seguridad, incluídos Países Bajos y Ucrania.
El lunes el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, ya había anunciado que se vetaría esta idea ya que -entre otras razones- no hay certezas de la imparcialidad de un tribunal para investigar este hecho.
La parte rusa considera que un tribunal así solo aumentará la tensión entre varios Estados en torno la catástrofe. «Los mismos autores de la idea admiten que se trata de un delito penal, pero al mismo tiempo proponen crear un tribunal internacional», dijo Churkin, explicando que esto es una incongruencia jurídica, ya que para investigar delitos penales no hay necesidad de crear estos tribunales.
Anteriormente, Rusia había presentado en el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución alternativa que tiene como objetivo apoyar la investigación independiente de la catástrofe aérea. En particular, el documento prevé la designación de un representante especial del Secretario General de la ONU para contribuir a la investigación de la tragedia, informa TASS. El texto no trata la necesidad de crear un tribunal pero sí «exige que los culpables del incidente aéreo sean llevados a la justicia, y que todos los países colaboren en esta dirección tras la finalización de la investigación internacional».