En el Patio de los Cañones, el Presidente Sebastián Piñera, acompañado de la Primera Dama, Cecilia Morel y la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, presentarán a las 10 de la mañana de hoy la agenda de equidad de género del Gobierno.

Temas que responden a las protestas en las calles, las tomas en distintas universidades y sobre todo a una voz social que, a diferencia de lo sucedido con las marchas por la educación gratuita y de calidad, no tiene un color político definido.

En el Palacio de La Moneda la tienen clara, es hora de avanzar en una materia transversal en el país, vale decir fin al acoso, la discriminación, los montos en las Isapres y una exacerbante cantidad de demandas que los hombres –sin esfuerzo– ya tenemos ganadas.

Sobre este punto, fue la ministra Secretaria General de Gobierno, Cecilia Pérez, comentó: “Chile está frente a un proceso cultural maravilloso para equiparar la cancha entre hombres y mujeres, proceso que busca no solamente acortar las brechas de discriminación, sino que darle el espacio a las mujeres que siempre debieron tener. Y nosotros nos hacemos cargo de eso porque con responsabilidad el Presidente ha dicho que la causa de las mujeres de nuestro país también es nuestra causa”.

Sin embargo, la potencia que buscan dar desde Palacio cuenta con rivales internos que podrían sepultar una excelente idea para evitar un nuevo 2011 con la educación, como es el caso del conservadurismo y los ‘errores no forzados’ que han caracterizado a algunos secretarios de Estado.

Los micro-machismos de Gerardo Varela

El ministro de Educación, Gerardo Varela, es una piedra en el zapato para la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), los secundarios y por sus paupérrimas declaraciones, también para el 52% de mujeres que existen en el país.

Esto lo notamos por primera vez en una entrevista, donde al intentar dárselas de liberal/progre, arruinó la oportunidad de quedar bien con la gente y que olvidáramos que rechaza las penas de cárcel para quienes lucren con la educación. El secretario de Estado dijo que les compraba condones a sus hijos, a quienes tildó de campeones porque les pasaba “más de tres”.

Estas palabras marcaron la agenda y entregaron fuerza a una movilización muerta que buscaban los estudiantes, cambiando el fenómeno de la educación gratuita a la educación sexual e igualitaria para todos, todas y todes.

Y por si fuera poco, fue el mismo ministro que –en pleno auge del movimiento feminista– aseguró que hay ‘pequeñas humillaciones’ para las mujeres en los casos de acoso. Palabras que nuevamente encendieron las alarmas en Palacio que esperan que su eslabón más débil no vuelva a abrir la boca sobre estas materias.

Los ‘esclavos de Plá’

La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, como abordamos en este tema, milita en la Unión Demócrata Independiente y tiene una posición muy marcada respecto al aborto, lo que podría jugarle en contra.

La Secretaria de Estado se reunió ayer con el Presidente Piñera, donde no quiso revelar cuáles serían los puntos a abordar esta jornada, tiene una tarea que en el papel es simple, demostrar cercanía, fuerza, avanzar en contra del acoso y el feminicidio, siempre marcando la visión del Ejecutivo que, como ya sabemos, es menos conservador que ella.

Si domina la agenda, la ministra tiene garantizada ser la ‘nueva favorita’ de los medios, puesto que aún no tiene dueño (porque los únicos que destacan son los que cometen ‘errores no forzados’).

El Conservadurismo de los partidos

En Chile Vamos la tienen clara, deben batallar contra el acoso, los abusos a las mujeres y la desigualdad. Algo que ya abordaron con el Ejecutivo el pasado viernes y ayer martes. Sin embargo, ya hay colectivos que buscan imponer lineamientos que podrían ser difíciles de transar.

En Evolución Política emitieron un documento, en el que piden crear un Consejo asesor presidencial consultivo, donde buscarán ahondar la agenda con organizaciones sociales, ONG feministas, además de federaciones de estudiantes para abordar las demandas y cambios en el debate.

Tal vez con poca visión política, el principal problema de invitar a fuerzas cercanas a la izquierda implicará una nueva pugna con la UDI, ya que no hay causa feminista que no involucre los derechos reproductivos de la mujer, el aborto y grandes muestras de libertad.

Un conflicto gratuito que puede dividir al oficialismo o posicionarlo fieramente en una agenda que, a diferencia de lo ocurrido en educación, es libre de un color político marcado.