Bajo el título “Las huellas de Contesse”, la revista Qué Pasa (Grupo Copesa, Alvaro Saieh) revela el rol del entonces senador UDI, Pablo Longueira y la ahora ley de Royalty Minero. Según se desprende de la publicación –la misma que dio a conocer el caso Caval- jugó a favor de SQM.
“Correos electrónicos entre el ex gerente general de SQM Patricio Contesse y el ex senador UDI Pablo Longueira en poder de la Fiscalía revelan un detallado intercambio de opiniones entre ambos justo cuando el gobierno de Sebastián Piñera definía la fórmula de su proyecto de royalty para la gran minería, en 2010. El Ministerio Público hace rato que puso sus ojos en las actividades del ex ministro de Economía, y ahora busca reconstruir las pruebas que lo vinculan a aportes de la minera no metálica por más de $730 millones”, destaca Qué Pasa.
El político gremialista, cuando era senador y antes de ser ministro de Economía –según los correos develados este viernes- claramente jugó un rol determinante a favor de SQM:
“El primer e-mail registrado entre los antecedentes de la Fiscalía data del 10 de agosto de 2010, justo en los días en que el gobierno y la oposición intercambiaban propuestas para dar forma al nuevo proyecto de impuesto específico a la minería que ingresaría, según se estimaba en ese momento, los primeros días de septiembre.
A las 19.31 horas de ese día, bajo el asunto “royalty”, Longueira le reenvía a Contesse un documento escrito por el senador Ricardo Lagos Weber, donde este le expresaba a Longueira su opinión sobre la materia.
“Pablo, para tu consideración. salu2s, lakes”.
El senador PPD había sido uno de los más duros detractores del proyecto original y ahora le planteaba en privado a su par UDI algunas ideas que, a su juicio, cimentarían un acuerdo con el bloque opositor. El correo llevaba un archivo adjunto bajo el nombre: Minuta RLW Royalty2.
“Pato, en la reserva de nuestras conversaciones te envío el texto privado que me mandó Ricardo. Él está pensando en esto. Llámame después de leerlo, para comentarlo. Un abrazo. Pablo”.
Poco más de una hora después, el ex senador UDI recibió una detallada respuesta de su interlocutor, enviada desde su iPad.
“Pablo lo más complicado es que se busque un royalty a futuro en función de las ventas y no de las utilidades pues eso podría implicar que mineras podrían tener que cerrar si sus márgenes son malos, o podría en tiempos de precios malos hacer cerrar a operaciones en virtud de un impuesto, que al estar relacionado a las ventas y no las utilidades, colocaran a esas empresas en pérdidas. Si fuese por los márgenes a lo mejor podrían haber continuado operando y una medida totalmente artificial las colocaría fuera de las operaciones. La calidad de los yacimientos, por una serie de factores, leyes, dimensión, infraestructura, logística, etc., tendrá por esta naturaleza resultados muy diferentes, no hay forma lógica que se homologue un impuesto común sobre los ingresos, lo que por márgenes tan diversos es imposible de homologar. Existe un sinnúmero más de situaciones inconsistentes que acarrearía un royalty o impuesto como quiera llamársele, que se relacione a las ventas y no a los márgenes. Atentamente. Patricio Contesse”.
La publicación es lapiadaria con el “coronel” Longueira: “Finalmente, el proyecto salió del Congreso gracias al voto favorable de 26 senadores, tres abstenciones y el voto en contra del ex senador DC Mariano Ruiz-Esquide. El nuevo régimen establecido fijó finalmente una tasa variable entre el 4% y el 14% cuyo monto estará determinado por el margen operacional de las compañías. Una fórmula que, inevitablemente, estaba más cercana a la opinión expresada por Contesse en sus comunicaciones con el ex senador Longueira”.
De comprobarse judicialmente todo lo anterior, surgirá, sin duda, la necesidad de revisar la Ley re Royalty Minero y devela que la corrupción político-empresarial es una cuestión mucho más profunda, porque en definitiva se constataría que algunos parlamentarios están legislando por “orden de compra” de grupos económicos, superponiendo así el bien superior, que es Chile, por sus propios y mezquinos intereses.