Asume como Canciller de Chile el abogado Teodoro Ribera (RN), que sin duda tendrá una tarea titánica: Reencausar la diplomacia chilena que su antecesor uso como "barra brava" para alentar a la oposición venezolana y fracasar con el rol de Chile en la búsqueda de una solución.
La Cancillería sigue la línea de una oficina más bien gerencial y de comercio que de temas diplomáticos serios como que Perú cumpla con el fallo de La Haya por el límite marítimo, entre otros temas que no son abordados por el actual ministro.
El Gobierno de Chile hace suya la denuncia de la Asamblea Nacional sobre la supuesta "persecución política" de parte del gobierno de Maduro al Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, y este un duro comunicado en contra del Palacio de Miraflores.
Con toda la energía que Ampuero le pone al tema venezolano sería bueno ver al Canciller de Chile preocupado por temas relevantes para la República como la delimitación pendiente en Campo de Hielo o la Plataforma Antártica, temas que son prioritarios para la política exterior chilena.
Es extraña la fijación de Bolivia con la reclamación territorial con Chile, siendo que con Argentina ha perdido 420.758 KM2. y con Perú más de 250 mil.