La televisión argentina y las agencias de noticias del mundo ya dan cuenta de los graves incidentes que están ocurriendo esta tarde noche en Santiago, en que ha resultado incendiado un edificio patrimonial y saqueada una iglesia católica.
"A dos semanas y media del estallido, cientos de personas -en su mayoría jóvenes- llegaron hasta el centro comercial más grande de Sudamérica y que alberga la torre más alta de la región, para protestar por reformas sociales y en contra del gobierno", AFP.
El intendente Claudio Orrego nuevamente salió a defender la carrera de autos eléctricos que ya ha complicado al centro de Santiago y desestima los recursos interpuestos por organizaciones de vecinos y acusa al alcalde capitalino de retractarse del apoyo. Lo que no dice Orrego es que varias ciudades importantes como Moscú o Sao Paulo han desechado el evento por los problemas que genera.
Es una de las obras que recuerda la victoria militar de la Guerra del Pacífico inaugurado en 1928. Sobrevive a cuanta celebración, protesta o convocatoria que tiene como punto de encuentro esta plazuela en el límite de Santiago con Providencia.
Hoy luce desmejorada y con poca preocupación de parte del municipio, tampoco pareciera que el Ejército se preocupa de mantener el monumento a quien comando el éxito terrestre en las campañas del norte en 1879.
El monumento podría ser removido por un alocado plan de modernización urbana. ¿Se imaginan que en Londres sacaran la Columna de Nelson o en Buenos Aires removieran el obelisco? Obviamente impensado. Pero en Chile todo puede suceder.
Es extraña la fijación de Bolivia con la reclamación territorial con Chile, siendo que con Argentina ha perdido 420.758 KM2. y con Perú más de 250 mil.
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