El país centroamericano reconoce la falta de agua, tanto para el consumo humano como para la actividad productiva. Los daños en la producción agrícola y ganadera son dramáticos: 41% de pérdidas en la producción.
Es extraña la fijación de Bolivia con la reclamación territorial con Chile, siendo que con Argentina ha perdido 420.758 KM2. y con Perú más de 250 mil.