La carta enviada al timonel del partido, Álvaro Elizalde, señala que tales inversiones permiten “independencia y soberanía para hacer y decir lo que quisiera”, mientras que “decenas de políticos desfilaban subrepticiamente por oficinas de esas mismas empresas para pedir financiamiento irregular a sus actividades”.
“Vivir en medio del capitalismo y reproducir la vida en base a sus reglas no se puede sostener que el capitalismo debe terminar. Lo que sí –y este es el problema del PS- debiera impedir que los partidarios de la supresión del capitalismo fustiguen moralmente a quienes creen en él y lo practican”, explica el rector de la UDP.
“Me gustaría que Piñera se hiciera una autocrítica respecto a su propia situación financiera. Le pediría más prudencia y mayor sentido de responsabilidad (...) Vamos a ser un ejemplo en la forma como vamos a regular todas estas áreas", sostiene el timonel del socialismo.
“Nunca un dirigente o militante de nuestra organización se ha visto beneficiado personalmente por dichas inversiones. Efectivamente, aunque haya sido una práctica legal, constituyó un error realizar determinadas inversiones que fueron terminadas en su oportunidad”, sostiene la declaración pública.
Para el vicepresidente de Amplitud, Mario Villalobos, el Partido Socialista le debe una explicación al país sobre las millonarias inversiones que poseía en cuestionadas empresas, como SQM y Pampa Calichera, o la brasileña Brasken.
Es extraña la fijación de Bolivia con la reclamación territorial con Chile, siendo que con Argentina ha perdido 420.758 KM2. y con Perú más de 250 mil.