"Se viven hoy tiempos de fuerte resistencia a la autoridad. Y la figura del Presidente Piñera se ha transformado en la figura transferencial por excelencia, aquella que atrae, como una pantalla magnética, como un imán, todas las rabias y aversiones de la época", sostiene Peña.
"Hay que recordar que lo propio de la democracia es admitir todos los fines a condición de excluir la violencia o la coacción como medios para obtenerlos", sostiene Peña.
"En el caso del gobierno del presidente Piñera no hay errores comunicacionales. Hay torpeza, como en las cifras del despido, o hay insinceridad, lo que es peor", sentencia Peña.
Es extraña la fijación de Bolivia con la reclamación territorial con Chile, siendo que con Argentina ha perdido 420.758 KM2. y con Perú más de 250 mil.