Tras la publicación de conversaciones interceptadas por la policía y que fueron filtradas a la revista del Grupo Copesa, y que dicen relación con el caso Caval, éste vuelve a ponerse en la primera línea y –en gran parte- es reinstalado por la propia Moneda y con duros cuestionamientos al quehecer de la prensa. Este sábado el columnista-rector Carlos Peña reflexiona sobre el tema: “los medios deben juzgar prudencialmente el interés público de lo que divulgan; pero es absurdo y, lo que es peor, peligroso, exigirles, como lo hace la declaración de la Nueva Mayoría, que antes de poner la información a disposición del público se cercioren de su verdad.
Es su estilo dominical, cual obispo ante su grey, el abogado rector Carlos Peña le saca el disfraz a la propuesta que hizo el vicepresidente de la Conferencia Episcopal sobre el sueldo ético: "En esa caricatura del discernimiento ético, en ese sucedáneo con el que cada cierto tiempo los obispos y pastores irrumpen en la esfera pública pretendiendo aleccionar a los ciudadanos".
Carlos Peña le enrostra a la jerarquía chilena de la Iglesia Católica que "lo que está bien para la doctrina que proclaman los obispos, no está necesariamente bien para el estado democrático ni para esos millones de ciudadanos que no cuentan con la coartada de la fe para transformar la tragedia de una mujer en simple dificultad"
El abogado le da al corazón de empresario exmandatario: “No formuló reproche alguno a Longueira. Fue como si los dólares que esa regla proveyó al erario fiscal tuvieran la capacidad de apagar el escándalo que significa que un empresario vigile y teledirija, a través de un senador, el proceso legislativo”.
"El humor político, entonces, sostiene a las instituciones, permitiéndoles eludir la desconfianza y el nihilismo (en vez de desatarlos como fuerzas incontrolables) y enseña, a la vez, a evitar el dogmatismo por la vía de mostrar cuán relativas, hasta la ridiculez, pueden ser las cosas (y las personas)", explica el columnista que a esta altura ya es molestoso para viejo Mercurio.
Es extraña la fijación de Bolivia con la reclamación territorial con Chile, siendo que con Argentina ha perdido 420.758 KM2. y con Perú más de 250 mil.