“Pero si, como parece ser el caso, el Estado celebra un convenio con un particular como es la UC, no para subsidiar las creencias de esa universidad, sino para promover los fines y deberes que la ley impone, entonces es totalmente razonable que no se pueda esgrimir la objeción de conciencia”, explica el rector de la UDP.
“Es un día largamente esperado por las mujeres en Chile. Hoy por fin firmamos la ley que permite interrumpir el embarazo en tres casos sumamente precisos y difíciles. Hablamos de una determinación delicada, personal e instrasferible. Una decisión que nunca es razón de festejo porque está precedida de dolor y angustia”, precisó la mandataria.
“Entendemos que los casos que aborda el proyecto de ley son terriblemente trágicos. El humanismo al que adherimos comienza siempre por ponerse en lugar del otro, trata de imitar la actitud siempre misericordiosa de Jesús y no pontifica desde la pretendida posesión de toda la verdad”, señalan Soledad Alvear y Patricio Zapata.
La mandataria respondió en su cuenta de Twitter a una internauta, quien le señaló que a pesar de ser contraria a su gobierno agradeció la gestión realizada para sacar adelante la iniciativa legal.
Cuando se discute del aborto en las tres causales que el proyecto de ley contempla no se está discutiendo si la vida es o no sagrada (ya se vio que argüir eso no logra derrotar toda consideración, sino que se está discutiendo, nunca se insistirá demasiado en ello, qué deberes se pueden exigir unos a otros los miembros adultos de una sociedad plural.
Es extraña la fijación de Bolivia con la reclamación territorial con Chile, siendo que con Argentina ha perdido 420.758 KM2. y con Perú más de 250 mil.