Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas. Ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando la vida marina. La asamblea medioambiental de la ONU ha terminado con una declaración en la que más de 200 países se comprometen a reducir el uso de plásticos de aquí a 2030.
La IV Asamblea de Medioambiente de la ONU (UNEA-4), que se clausuró este viernes (15.03.2019) en Nairobi, logró un acuerdo general provisional pendiente de firma, que entraría en vigor en 2030, para terminar con la contaminación marina por plásticos y microplásticos.
Sin embargo, la declaración final de la UNEA-4 deja fuera el problema global de la deforestación, según adelantaron el presidente de la Asamblea y ministro estonio de Medioambiente, Siim Kiisler, y la directora ejecutiva en funciones de ONU Medioambiente, Joyce Msuya, así como el ministro noruego de Medioambiente, Ola Elvestuen.
Kiisler explicó que no quería ser «diplomáticamente incorrecto» y no pudo confirmar si países como Brasil y Estados Unidos habrían entorpecido los acuerdos finales en algunos temas como la deforestación.
El ministro, que este viernes termina su presidencia rotatoria de la Asamblea, añadió que los integrantes de la directiva y el grupo de trabajo de esta Asamblea «se sentían optimistas sobre los resultados finales de la misma», que se darán a conocer a última hora de la tarde cuando terminen las sesiones.
El acuerdo sobre la contaminación marina por plásticos y microplásticos entrará en vigor en 2030, y no en 2025 como estaba previsto inicialmente, confirmó el ministro estonio, que consideró que, pese a ello, es «es un buen acuerdo» del que se sentía especialmente satisfecho porque había puesto «mucho empeño» en este tema.
Sin abordar aún el desafío de la deforestación
Sobre la deforestación, el ministro brasileño de Medio Ambiente, Ricardo Salles, señaló este jueves que Brasil no podía apoyar o firmar acuerdos que vayan en contra de la legislación de su país, ya que la misma permite un porcentaje de tala no aceptada en otros países. La ley de bosques de Brasil, más conocido como Código Forestal de 1965, permite a la propiedad en manos privadas la deforestación del 20% y la protección del 80% restante de un terreno.
Ligado al tema de la deforestación está el de los derechos de los pueblos indígenas, que «fue incluido, pero no quedó claro en qué punto serían incluidos», explicó Kiisler.
Tecnología para limpiar ríos de plástico
En relación al fomento de la energía renovable en África, Msuya señaló que «actualmente hay ambiciosos proyectos en el continente, pero hay que darles un empujoncito».
Explicó que ayer jueves en las sesiones de la cumbre «Un Solo Planeta», que se celebró antes del Plenario de la Asamblea, con la asistencia de su promotor, el presidente francés, Emmanuel Macron, se adelantó la financiación de muchos proyectos para el fomento de energías renovables en el continente africano.
Además, la nueva presidencia de la Asamblea, que ejercerá Noruega, será la encargada de la organización de UNEA-5, que tiene aún por determinar su temática, señaló Msuya.