Este martes 8 de enero, en medio del canal Beagle y a bordo del Buque «Piloto Pardo» de la Armada de Chile, el Mandatario destacó el coraje y profesionalismo de los ex uniformados que defendieron Chile ante la inminente invasión argentina durante el conflicto que no alcanzó a estallar, tras la mediación del Papa Juan Pablo Segundo. En este contexto, el Presidente Sebastián Piñera condecoró a 30 veteranos de las Fuerzas Armadas por sus desempeños militares al cumplirse 40 años del conflicto del Beagle, conflicto que se inicia a partir del no reconcimiento del tratado y del laudo arbitral que entregó la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lenox a Chile.
“Cada uno de ustedes es un ejemplo que inspira e ilumina a las generaciones, que nos sentimos orgullosos de lo que ustedes hicieron”, dijo Piñera.
En la ceremonia, el Mandatario recordó los complejos momentos que vivieron Chile y Argentina por diferencias territoriales en el sur del país en 1978. En los momentos más complejos del conflicto, la presencia militar de las Fuerzas Armadas fue fundamental para disuadir cualquier intervención en el territorio chileno durante el conflicto.
“Nadie mejor que los soldados están dispuestos a luchar por la paz, porque los países que realmente aman la paz tienen que aprender que requieren y necesitan Fuerzas Armadas profesionales con la suficiente capacidad disuasiva para poder garantizar en forma sólida y permanente la paz para todos nuestros compatriotas”, señaló el Jefe de Estado.
La actividad se realizó a bordo del buque de la Armada “OPV Piloto Pardo”, que zarpó desde Puerto Williams y navegó por el Canal del Beagle hacia las islas chilenas Picton, Nueva y Lenox, islas que Argentina quiso invadir en más de una oportunidad en la segunda mitad del siglo XX.
“Es justo reconocer y agradecer a muchos por haber logrado conquistar la paz. En primer lugar, al liderazgo moral, al coraje moral del Papa Juan Pablo II, cuya gestión fue muy decisiva para lograr en esos días de la víspera de Navidad del año 1978, encauzar a ambos países a lograr el Acuerdo de Montevideo, que se logró el año 1979, y que permitió confluir en el Tratado de Paz y Amistad de 1984”, agregó el Mandatario.
El Jefe de Estado también destacó la amistad que desde entonces mantienen Chile y Argentina, sin ningún tipo de disputa territorial en toda la extensa frontera que une a ambos países.
Por cierto, lo que no dice el Jefe de Estado chileno y menos la débil cancillería chilena, es que aún falta por aclarar la delimitación limítrofe en una zona de Campo de Hielo y que -según toda la información existente- deja a muy pocos kilómetros a Argentina del Pacífico, representando un riesgo para la integridad territorial de Chile, sumando a ello la reclamación antártica, reclamación que se superpone a la reclamación chilena. Ciertamente son temas que en un momento van a volver a calentar la fría frontera del extremo sur de Chile.