El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer este miércoles las proyección de la población de Chile para el 2050, cuyo resultado arrojó un rápido envejecimiento de los chilenos, mientras que la fecundidad alcanzará su nivel más bajo.
De acuerdo con las estimaciones y proyecciones, el INE prevé un descenso continuo en la proporción de personas menores de 15 años, desde 30% en 1992 a un 14% en 2050, siendo la razón principal la baja natalidad.
Además, la proporción de la población en edad de trabajar (15-64 años) se reduce desde 2015 y seguirá descendiendo hasta llegar a representar el 61% de la población para 2050.
En cambio, la población mayor de 64 años irá aumentando y se proyecta que este año este grupo constituya el 12% de la población, mientras que para el 2050 su presencia se duplique y llegue hasta el 25%, estimándose que en 2031 la proporción de mayores superaría a la proporción de los menores de 15 años.
Envejecimiento
En ese sentido, el INE señala que el envejecimiento en Chile es acelerado y se proyecta que se acentúe en el periodo analizado en el estudio.
De esta forma, en 1992 el índice de envejecimiento de personas de 65 años y más respecto al grupo 0-14 años, era de 21%, lo que representaba que había 21 personas mayores por cada 100 niños.
En 2031 se estima que existan 102 adultos mayores por cada 100 menores de 15 años y para 2050 esa proyección sería de 177 personas.
Fecundidad y esperanza de vida
Además, el estudio menciona que en el periodo 1992-2017 la fecundidad tiende a la baja, aunque con ciertas oscilaciones en los últimos años.
Este es un fenómeno común en los países con baja fecundidad, por lo que es de esperar que en el futuro se continúe con este comportamiento a la baja y oscilante.
Asimismo, de acuerdo con la experiencia de otros países en similar situación, se espera un leve repunte de la fecundidad a partir de 2029, pero manteniendo niveles bajo el reemplazo generacional, lo que significa que los niños nacidos no alcanzarían a reemplazar a la generación de sus padres.
El INE también menciona que tanto la esperanza de vida al nacer como la tasa bruta de mortalidad crecen, aunque con una curva distinta, lo cual no es un contrasentido, porque si bien el país envejece, las muertes de personas mayores va en aumento.
Al respecto se sostiene que entre 1992 y 2050 se proyecta una ganancia de 11 años de esperanza de vida al nacer para ambos sexos, es decir que si en 1992 un recién nacido tenía una esperanza de vida de 74 años, se proyecta que en 2050 un nacido tenga 85 años de esperanza de vida.
Las defunciones irán en alza, pasando de 5,5 muertes por mil personas en 1992 a 6,0 por cada mil habitantes en 2018, con una proyección de 9,8 defunciones por cada mil personas en 2050.
Migración reducida
En el caso de la migración, es importante destacar que, si bien en el bienio reciente se evidenció un fuerte aumento de la inmigración, a fines de 2018 el flujo de solicitudes de visa en el Departamento de Extranjería y Migración, por primera vez, comienza una aparente disminución, lo que unido a los cambios en el nuevo marco migratorio que busca regular y ordenar futuros flujos migratorios en el país, permite suponer para el futuro un saldo migratorio positivo, pero bastante más reducido que en los últimos años.
Aumento de la población
Otro punto interesante es que hacia 2050, la población aumentará en aproximadamente 2,8 millones, ascendiendo de 18,8 millones en 2018 a 21,6 millones en 2050.
En tanto que, y como resultado principal, se tiene que para el año 2018 se proyecta un total de 18.751.405 personas, de las que 9.244.484 son hombres y 9.506.921 mujeres, con una relación de masculinidad de 97,2 hombres por cada 100 mujeres.
Por su parte, el proceso de conciliación censal da cuenta para el año 2017 de una población base de 18.419.192 habitantes, la que, al trasladarla al 19 de abril de 2017, para poder realizar una comparación con el censo, arroja una tasa de omisión de 4,7%. Este valor se encuentra dentro de los parámetros de América Latina. Además, no se aprecian omisiones diferenciales por sexo y edad significativas, lo que da cuenta de un censo coherente con la historia demográfica del país.
Cabe señalar que las estimaciones y proyecciones de población constituyen las cifras oficiales de población en Chile, y son un importante insumo para las encuestas de hogares del INE, la elaboración de políticas públicas, programas y proyectos de las distintas instituciones del Estado, y también en estudios demográficos especializados de instituciones públicas y privadas.