Aunque algunos pacientes no presentan ninguna señal que la detecte, la Fibrilación Auricular (FA) se manifiesta comúnmente a través de síntomas como cansancio, falta de aliento, aturdimiento, alteración del sueño o mareos. Ocurre cuando la actividad eléctrica del corazón se vuelve caótica, lo que provoca que el ritmo cardíaco sea irregular, demasiado rápido o demasiado lento.
“Con FA, las aurículas pierden la fuerza contráctil y en esta pérdida se propicia la mayor formación de coágulos. Entonces, al incrementarse, éstos pueden salir de las aurículas e ir hacia varias regiones del cuerpo”, explica el Dr. Álvaro Avezum, cardiólogo de la U. de Sao Paulo. El facultativo explica que, cuando sucede en el sistema nervioso central, “deriva en un accidente cerebrovascular (ACV)”.
En efecto, si no se le trata o se maneja mal, esta patología puede provocar graves complicaciones como insuficiencia cardíaca (IA) o un ACV, el principal riesgo asociado a la fibrilación auricular. De hecho, entre los tipos de FA existentes, la no reumática tiene grandes consecuencias para las personas, aumentando dos veces el riesgo de muerte, tres veces el peligro de sufrir una IA y hasta cinco veces el riesgo de un ataque cerebral.
En Chile, la tasa de hospitalizaciones por FA muestra una tendencia al alza, pudiendo estar presente en 3%-6% de los pacientes internados por condiciones agudas . Su prevalencia crece a medida que la gente envejece: el 10% de las personas mayores de 75 años tiene la enfermedad.
“La población que tiene una insuficiencia cardíaca, dolencia cardíaca o hipertensión arterial, acrecienta su posibilidad de tener FA. Cualquier persona que tenga edad avanzada también tendrá una probabilidad mayor de desarrollarla”, aclara el Dr. Avezum.
Factores de riesgo
Entre las causas más comunes para desarrollar fibrilación auricular están:
• Edad avanzada
• Historial familiar de FA
• Tener presión arterial alta, insuficiencia cardíaca u otras enfermedades cardiovasculares
• Padecer diabetes
• Trastornos de la tiroides
• Consumo excesivo de alcohol
Terapia con anticoagulantes
Entre los tratamientos más efectivos y seguros para ayudar a prevenir la formación de coágulos, y así disminuir el riesgo de un accidente cerebrovascular en pacientes que padezcan este ritmo cardíaco “acelerado”, existe la terapia con anticoagulantes orales (ACO).
“Tienen un impacto en la reducción de ACV causada por la fibrilación auricular de hasta 75%, comparada con la no tratada. Considerando que estas drogas son fáciles de usar y tienen poquísimos efectos colaterales, se consideran actualmente uno de los mayores descubrimientos del siglo”, asegura el Dr. Alexandre Pieri, neurólogo vascular y jefe del equipo de Neurología del Hospital Albert Einstein de Brasil.
Sin tratamiento anticoagulante oral, se calcula que 1 de cada 20 pacientes con FA sufrirá un accidente cerebrovascular dentro del próximo año .
En ese sentido, el Dr. Avezum revela el gran desafío que tiene la región en este tema, a pesar de los avances. “Los estudios observacionales muestran que probablemente no deben ser más del 20%, uno de cada cinco enfermos con FA, los que están tratados de forma adecuada con anticoagulación en Sudamérica”, advierte el especialista.