De pocas palabras y una sinceridad que le ha generado más de algún contratiempo con sus mismos aliados en el Frente Amplio y Revolución Democrática, el diputado y tarotista, Renato Garín, abordó en Infogate la crisis de TVN y el despido de más de 100 trabajadores, donde acusa un manejo displicente, la crisis del Neo fascismo en América Latina y cómo el Frente Amplio podría evitar un Jair Bolsonaro en nuestro país.

En su rol de integrante de la comisión investigadora de Televisión Nacional de Chile, el diputado de Revolución Democrática lamentó el más de centenar de despidos en el canal público y apuntó directamente a las cúpulas de la estación como los responsables directos de esta situación que se arrastra, plantea, desde la administración de la Presidenta Michelle Bachelet.

“Son los trabajadores los que pagan injustamente los costos de una gestión que tiene al canal en crisis”, dijo a través de sus redes sociales, pero sin aventurarse a una conclusión directa de cuál sería la resolución de la comisión investigadora en la que participa.

“Falta todavía (para las conclusiones de la comisión), pero mi claridad es que en estos últimos 3 a 4 años ha habido un manejo muy displicente de los recursos en TVN”, aborda, agregando la necesidad de un nuevo diseño desde el punto de vista corporativo y el financiamiento en la señal.

Además, alude a que este problema que enfrenta la estación y otros canales que han despedido a sus trabajadores en la última semana es producto de “una transformación estructural en el mercado de la televisión y las comunicaciones. La tesis de la convergencia, que en el fondo los medios de comunicación van a terminar convergiendo a una multiplataforma lo que es prescindir de trabajadores y trabajadoras, por ende achicar las plantas laborales de los canales y medios”.

“En TVN esto es aún más preocupante, porque esto es del Estado de Chile con plata pública. Tenemos que ser especialmente cuidadosos con lo que se está haciendo en el canal de todos”, finaliza.

Revolución Democrática y el Frente Amplio

Sobre los problemas que ha enfrentado Revolución Democrática, llevando al parlamentario a renunciar a la bancada de su colectivo, Garín asegura que “la actual directiva termina su mandato en un mes y medio más, va a haber elecciones. El asunto debiera tender a cambiar creo yo”, recalcando que la tarea es “ordenar la casa en nuestro partido y también ordenar la casa en nuestra coalición y, recién entonces, en pensar en alianzas y en una cuestión electoral”.

Sin embargo, alude a que se está avanzando en esa dirección en el colectivo, donde se vive, señala, un proceso de maduración. “Estamos corriendo al mismo tiempo que nos estamos abrochando los zapatos y eso tiene una cantidad de riesgos muy importantes. Uno se tiende a tropezar cuando no tiene los zapatos abrochados”, enfatiza.

Sobre la decisión de distintos colectivos de unir fuerzas y generar nuevas convergencias, Garín se muestra optimista y plantea que “que se empiecen a reunir las otras fuerzas y que empiecen a converger en partidos más amplios permitirá un diálogo más fecundo. Yo creo que la proliferación de pequeñas orgánicas es un problema de conducción”.

“Es mucho mejor tener otros partidos grandes para entendernos que una proliferación de pequeñas fuerzas. La atomización del Frente Amplio creo que no es buena”, comenta.

Temas de unión y desunión en uno de los colectivos de izquierda más importantes del país que topa con un panorama internacional distinto, el de Jair Bolsonaro y su aplastante victoria en las urnas de Brasil.

Al ser consultado del punto y de eventuales alianzas con la ex Nueva Mayoría, Garín recalca que “lo primero es mirar cuál es nuestro norte electoral, en segundo lugar cuáles son nuestras propuestas centrales para la sociedad chilena y, en tercer lugar, asumir como un desafío la ampliación de los discursos neo fascistas en América Latina y que, probablemente, va a tener un rebote en Chile y que estas fuerzas se estén organizando”, recalcando que para esto es necesario tener una casa ordenada, “nada de esto es posible si no se tiene ordenado el partido y la coalición”, aclara.

En ese mismo punto, señala que “no me hace sentido unirse por luchar contra otro. Lo que me hace sentido es unirse porque tenemos programas y culturas políticas comunes. Mientras esto no esté, creo que es forzar los escenarios”.