Comienza el mes de la patria e inmediatamente lo asociamos al inicio de la primavera. Atrás quedan las olas de frío, las lluvias y damos pasa a una temperatura mucho más cálida y amigable. Un mes esperado por muchos, pero también rechazado por otros, pues en el caso de los humanos conlleva el inicio de una temporada completa de alergias, mientras que para nuestras mascotas también significa una mayor aparición de pulgas y garrapatas, algo ciertamente molesto tanto para ellas como para los amos.
Pasamos un invierno con lluvia y temperaturas bajísimas, lo que por dejación nos lleva a dejarle el pelo lo más largo posible a nuestros perros, evitar baños y peluquería. Sin embargo, por estas fechas se hace muy importante cuidar y estar atentos a la higiene de nuestras mascotas, que quedan expuestas al aumento del calor y humedad producto del abundante pelaje, lo que inmediatamente se transforma en el ambiente propicio para los molestos parásitos que provocan dolor, depresión e incluso enfermedades más graves como Dermatitis Alérgica.
Esta enfermedad, la Dermatitis Alérgica, es al igual que las otras, una inflamación de la piel producida fundamentalmente por irritación externa, que tiende a ser muy dolorosa, aguda y afecta todas las capas de la piel. En este caso la hinchazón es producida por la presencia física de la pulga o por lesiones en la epidermis causadas por su picadura. Generalmente hablamos de las pulgas caninas y felinas, pero también existen las humanas (Pulex Irritans) o la de las ratas (Leptopsylla Segnis).
Si por esta época notamos a nuestra mascota inquieta y con rasquidos más frecuentes, es sumamente importante estar revisando constantemente las axilas y el abdomen, que son las principales zonas donde se alojan las pulgas, pero además, fijarse en los siguientes síntomas: En perros, las lesiones cutáneas primarias son pústulas, enrojecimiento difuso de la epidermis, escoriación de la capa superior de la piel, exceso de queratinización o alopecia. En el gato, la alergia dermatológica se puede manifestar en forma de pápulas o pequeños nódulos con costras.
“Para combatir los parásitos alojados en nuestra mascota, es necesario eliminar la infestación con el fin de interrumpir el ciclo de vida de las pulgas, que puede llegar a causar pérdida de peso y pelaje. El tratamiento de la Dermatitis requiere de un médico veterinario, quien decidirá la terapia a seguir, basado en la severidad de los síntomas de cada caso. Esta plaga es bastante peligrosa para el organismo y difícil de erradicar, porque ponen miles de huevos que permanecen incubándose, sin embargo, existe una gran variedad de productos disponibles para atacar a estos indeseables oportunistas, siempre bajo la recomendación de un especialista, que le dará la mejor opción de acuerdo al peso y la raza de su animal”, afirma Taryn Diederichs, coordinadora veterinaria de Pet Happy.
Además, la pérdida de sangre e irritaciones cutáneas producidas por las pulgas, pueden provocar anemias, infecciones y la transmisión del parásito Dipylidium Caninum o también conocida como la “lombriz solitaria”, que al igual que en los humanos, absorbe todos los nutrientes que ingiere el animal.
En cuanto a las garrapatas, juegan un rol importante en la transmisión de enfermedades, que incluso pueden jugar un doble papel. El primero, viene de la multiplicación que en su interior llevan a cabo los gérmenes mientras que el segundo, es el de actuar como una jeringa inoculadora del germen, además de la reacción cutánea que pueden producir en nuestras mascotas como consecuencia de su picadura.
Entre las enfermedades que las garrapatas pueden transmitir, podemos mencionar la Erlichiosis, una de las más importantes, que también es compatible hacia el organismo de los humanos.
La Erlichiosis es una enfermedad causada por una bacteria llamada Ehrlichia, y se transmite a los humanos y animales principalmente por la picadura de garrapatas o por cualquier otro hematófago, es decir, insectos como las pulgas, los zancudos y los tábanos. Se diagnostica a través de una prueba de sangre en la que se puede detectar una baja cantidad de células blancas y plaquetas, e incluso, una función hepática anormal.
“A modo de prevenir, se hace fundamental la limpieza de los lugares que normalmente habita el perro y la aplicación de antiparasitarios externos en el medio ambiente y en el animal durante los meses de mayores temperaturas. Si las garrapatas son visibles en la mascota, se recomienda dirigirse a un médico veterinario para instruirse en la aplicación de productos o pipetas, haciéndolo siempre en zonas exteriores, con el fin de que no caigan al interior de la casa”, señala la especialista de Pet Happy.
Más información en http://www.pethappy.cl