viernes, diciembre 20, 2024

Álvaro Serrano postula a fiscal regional de Ñuble con la idea de acercar la fiscalía a la ciudadanía

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Más de 16 años de experiencia en distintos casos de interés público cuenta el actual persecutor de Chillán, Álvaro Serrano, quien está postulando al cargo de Fiscal Regional de la nueva Región de Ñuble, con un objetivo claro en caso de llegar a ganar la postulación: La de mejorar los procedimientos policiales y la coordinación de todas las instituciones auxiliares de la persecución penal, a fin de poder lograr procesos eficientes y eficaces.

Serrano posee un extenso currículum como abogado y fiscal, además de contar con diversos posgrados y un doctorado en Derecho, pero lo más relevante es la persecución penal que ha hecho como persecutor en emblemáticos casos como el de Efe Bio Bío Vias por fraude al fisco, los falsos subsidios posterremoto del 27 de febrero de 2010 y actualmente en la mega investigación en la Municipalidad de Chillán Viejo.

En conversación con Infogate, Serrano da cuenta de su interés en llegar a ser el fiscal Regional del Ñuble, debido a su sólida vocación de servicio, y que está convencido de “poder llevar por un buen destino los desafíos que significa ser el primer fiscal de la región”, contando para eso con un compromiso y experiencia en la institución ejerciendo cargos en distintos estamentos.

En mi calidad de doctor en derecho, cuento con la preparación académica, la especialización, y la experiencia necesaria para conducir los destinos regionales, siendo una prioridad en mi gestión poner en el tapete la violencia de género, los robos, y la delincuencia rural. Finalmente con seis años viviendo en chillan, tengo la sólida convicción de que podemos lograr una región más segura”, explica.

En ese sentido, el persecutor señala que entre sus fortalezas para ejercer este nuevo desafío es la de “haber dado inicio a mi carrera como abogado asistente de Fiscal, por tanto he escalado en la carrera paso a paso, y además me he preparado académicamente para asumir un cargo de esta responsabilidad”.

Y agrega que “en la región de Ñuble se hace Imprescindible la mejora de los procedimientos policiales, y la coordinación de todas las instituciones auxiliares de la persecución penal, a fin de poder lograr procesos eficientes y eficaces, debiendo mantener en forma permanente mesas de dialogo dirigidas por la Fiscalía, con miras a resolver nudos críticos y la consecución de fines. Como fiscalía hemos dejado en segunda línea el acercamiento con la ciudadanía, especialmente en las zonas rurales, todo ello, debe ser considerado como una prioridad en la elaboración de cualquier plan de trabajo regional”.

Al respecto explica que la necesidad de acercamiento a la ciudadanía se puede hacer a través de “simples acuerdos con otros órganos estatales que permita que la Fiscalía se acerqué donde más se necesita, eligiendo pequeños centros urbanos y organizaciones sociales, donde poder entregar información y solucionar las dudas de la ciudadanía”.

En cuanto a los “nudos críticos” que hace referencia, Serrano sostiene que es necesario mejorar la calidad de los partes policiales “comprometiendo a la oficialidad en esta tarea, no tiene cabida en una persecución penal eficiente la mala calidad de la información entregas lo que redunda en que se pierda pruebas claves irrecuperables. La protección de víctimas y testigos, mediante la implementación y coordinación del trabajo con instituciones públicas y privadas, además del acercamiento de la fiscalía a la ciudadanía, llevando a terreno a la fiscalía”.

Desafíos y soluciones

La nueva Región de Ñuble presenta ciertos desafíos en materia penal, por lo que es necesario mejorar la persecución de delitos que se dan en la zona y para esto, Álvaro Serrano precisa que una solución sería optimizar las audiencias de control de detención con el propósito de evitar constantes reformalizaciones y utilizar los medios electrónicos de comunicación que actualmente están subempleados.

Y en forma externa mesas de trabajo con todos aquellos que participan en los procesos penales, a fin de detectar nudos críticos y darles solución”, menciona.

Por el tipo de delitos que hay en la zona, tanto rural como urbana, como es el robo, el abigeato y la sustracción de cables eléctricos, Serrano plantea que “se requiere hace un trabajo más acabado y en conjunto con las policías, a fin de detectar lugares y horarios vulnerables, y así como hacer seguimiento a reducidores de especies y mataderos clandestinos, a fin cortar cadenas productivas”.

Finalmente, comparte la posición de algunos de sus colegas que han dicho que es necesario que el nuevo fiscal de la región cuente con experiencia, pero también que conozca el entorno judicial y criminal de la zona.

Estimo que siempre es necesario conocer el tipo de delincuencia imperante en una zona, en mi caso particular con mi familia llevamos 6 años viviendo en Chilla, lugar en que además hemos sido víctimas de robo en nuestro domicilio y hemos sentido la indolencia del sistema”, concluye.

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