“Definir sus contornos de forma clara y precisa” es uno de los objetivos del proyecto presentado por los diputados RN Marcela Sabat, Andrés Longton, Sebastián Torrealba, Karin Luck, Erika Olivera y Aracelly Leuquén, para avanzar en la legalización de la eutanasia en nuestro país.

Entre otros puntos, la iniciativa establece la necesidad de contar con una “ley autónoma”, considerando que se trata de una normativa que regula el bien jurídico más importante: la vida. Además, de acuerdo a lo señalado por el diputado Longton, apunta a “ser un poco más restrictivos respecto de las causales, principalmente dejando fuera el tema de la salud mental y considerando sólo padecimientos físicos insoportables”.

Por su parte, la diputada Marcela Sabat, indicó que “hemos venido a presentar un proyecto de ley de corte netamente humanitario, que tiene que ver con empatizar con el sufrimiento y el dolor de otra persona, que establece el derecho al buen morir, una ley autónoma que busca amplificar lo que hoy día se está hablando en la Comisión de Salud y que está en la línea de la legislación internacional”.

Finalmente, Longton añadió que “lo que queremos es aunar voluntades respecto de oposición y Gobierno. De nuestra parte existe la mayor disposición de avanzar en este proyecto. Sabemos que no somos mayoría dentro de la coalición, pero si somos una parte importante quienes estamos a favor de la eutanasia”.

La iniciativa incorpora además la creación del delito de homicidio consentido en el Código Penal, que es aquel donde existe voluntad manifiesta de la persona a la cual se le quita la vida, pero no se cumple con las formalidades legales, con una pena intermedia entre el auxilio al suicidio y el homicidio básico.

Rivales internos marcan posición

Desde la bancada pro valores cristianos liderada por el diputado Eduardo Durán ya mostraron su férrea oposición a esta iniciativa.

En una actividad en Contraloría la jornada de ayer, el parlamentario sentenció que: “Dentro de RN hay una amplia libertad para que los diputados según sus inclinaciones valóricas puedan presentar proyectos según su parecer. Yo estoy en contra de este proyecto porque mi visión es que la vida es un derecho, no solamente desde el nacimiento, sino que desde antes de nacer hasta la muerte natural. Que personas directa o indirectamente participen y asistan a la muerte por muy deseable que sea por el paciente no es el camino a seguir”.