El ex gerente general de SQM, en el periodo 1990 y 2015, Patricio Contesse, salió a desligar responsabilidad del controlador de la minera no metálica, Julio Ponce Lerou, en el financiamiento de la política, afirmando en su declaración ante la fiscalía que «nunca le informé al directorio, ni a algún empleado, ni a ningún directivo de la empresa” y que la intención que tenía de prestar dinero a distintos partidos y campañas fue para ayudar a la actividad política del país.
En su testimonio ante los persecutores, Contesse señaló que él fue el único responsable de los aportes ilegales que la empresa realizó durante años a la política, indicando que muchas otras empresas hicieron lo mismo, negando a su vez que el objetivo de estos aportes haya sido el reducir el pago de impuestos.
«Mi propósito fue hacer ayudas políticas, porque estimé que era necesario apoyar la actividad política bajo cierto marco que iba más allá del Servel«, señala Contesse en su declaración hecha a fines de enero ante los fiscales Pablo Gómez, Carmen Gloria Segura y Paola Castiglione.
Según señala La Tercera, el ex ejecutivo precisa que nunca se le ocurrió aportar a la política a través de donaciones legales, afirmando que fue él quien aprobó el mecanismo de la emisión de boletas y facturas falsas por servicios no prestados.
«Nunca fue mi intención ni interés que SQM, por la vía de estos documentos, pagara menos impuestos, (…) sino que efectuar una contribución a la política, lo que me pareció en el momento en que vivía el país, relevante para su desarrollo«, explicó.
En ese sentido, Contesse señala que «de haber sido mi intención eludir impuestos, ¿cómo se explica que haya pagado 100 para ahorrarme 20? Eso no tiene ningún sentido si mi intención, como se me imputa, fue eludir impuestos«.
Además, el ex gerente de SQM le presta ropa a su ex jefe y ex yerno del dictador Augusto Pinochet, al mencionar que «nunca le informé al directorio, ni a algún empleado, ni a ningún directivo de la empresa. No le informé a nadie, y la razón fue porque yo sabía que este era un financiamiento fuera del Servel. Por lo tanto, no tenía motivos para decirle a alguien más«.
Por tal motivo, afirmó a los fiscales que instruyó a su secretaria, Katherine Bishof, de «que recibiera la documentación y ella era quien la tramitaba«.
«Yo le entregaba un listado de personas y empresas respecto de las cuales había que recibir boletas y facturas acordadas por servicios que no se iban a prestar y que correspondían a aportes a políticos, (pero) Katherine no sabía que se trataba de documentos por servicios que no se prestarían, ese era un tema mío«, sostuvo.
Sin embargo, su declaración no termina ahí, porque el diario sostiene que Contesse dijo que «no sólo SQM efectuó aportes a la política de esta forma, sino que muchas otras empresas de nuestro país también lo hicieron«.
«Mis abogados me han señalado que, a lo menos, hay 45 otras empresas que están en esta misma situación y, asimismo, ellos me han entregado documentación en que consta que, con posterioridad mi caso, el SII retomó su antigua doctrina estimando que este tipo de conductas no eran constitutivas de delito, y es así como ninguno de estos casos, que son exactamente lo mismo que a mí se me imputa, ha habido querella o denuncia criminal. Esta forma de actuar de la autoridad me parece de una desigualdad ante la ley brutal«, indicó.
El principal personaje al que se le acusa de financiar la política mencionó a los persecutores que “los aportes son menos que marginales respecto del tamaño de SQM, empresa que gasta unos 1.700 millones de dólares al año«.
«Menos de 10 millones de dólares al año, por lo tanto estos aportes eran muy insignificantes a las utilidades de la compañía y sus gastos, y bastante más bajos. Tanto es así que la compañía los ha definido como una cantidad económica de carácter no material«, arguyó.
Y agregó que «los aportes cuestionados e investigados por actividad política en el periodo investigado, respecto de los gastos totales de la empresa, representaba aproximadamente el 0,12 por ciento de los gastos totales de la compañía«.
El testimonio de Contesse también salpica a RN y al PRI, ya que en una parte señala que «en su momento se me solicitó apoyo financiero para el partido Renovación Nacional. No recuerdo quién exactamente«.
En cuanto al PRI, dijo que «don Adolfo Zaldívar Larraín (…) me pidió apoyo para su partido político, recuerdo que cuando dejó de ser miembro de la Democracia Cristiana (…) Ya había iniciado la formación del PRI, y con el partido recién formado me señaló que necesitaba financiar su partido. Me pidió una reunión en las oficinas de SQM y me solicitó ciertas cantidades de dinero a lo que accedí. No recuerdo el monto comprometido, y fue él quien definió hacerlo con boletas. Cada vez que estas cosas ocurrían, había boletas y facturas y bajo esta forma se efectuaba el pago«.
Y añadió que «fue Zaldívar quien buscó la forma y yo la acepté. Los servicios consignados en las boletas nunca se prestaron«.