La derecha llegó al gobierno por segunda vez en ocho años y, esta vez, mediante una campaña carente de contenidos y propuestas, sustentada principalmente en las críticas a la gestión de la Presidenta Michelle Bachelet y valiéndose de interpretaciones discutibles sobre datos relacionados con la percepción ciudadana y el crecimiento económico. Lamentablemente, aquello que durante la campaña significó pobreza de contenidos, ha devenido en una gestión poco clara, generando incertidumbre en materias relevantes, como la educación.
Luego de un mes desde que se iniciara el gobierno, hemos visto con preocupación las señales del Ministerio de Educación. En este sentido, lo que nos parece más grave es que el Ministro aún no haya presentado una agenda legislativa, limitándose a formular anuncios aislados, alejados de una visión sistémica, y orientados a retrotraer los avances legislativos del gobierno de la Presidenta Bachelet. Un ejemplo es el retiro del Proyecto de Ley que reemplaza el Crédito con Aval del Estado, sembrando un manto de incertidumbre en los miles de estudiantes que todavía utilizan ese medio de financiamiento, al igual que en millones de personas que viven bajo el apremio de la deuda.
En otros ámbitos correspondientes a su gestión, el Ministro ha anunciado en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados que el sello del gobierno en temas como educación parvularia y primera infancia será la implementación de las medidas impulsadas por el gobierno de la Presidenta Bachelet, destacando entre ellas la Subsecretaría y Superintendencia de educación parvularia; la ley que fija los estándares de los establecimientos de educación parvularia; y la ley que crea el sistema de Desarrollo Profesional Docente. Este anuncio resulta curioso, cuando parte de las acusaciones hacia el gobierno anterior apuntaban a la falta de preocupación por los niños. En este ámbito, la agenda del gobierno del Presidente Piñera se resume en la implementación de la obra del gobierno al que tanto criticaban, entre cuyos avances previos destacan además la creación de la Subsecretaría de Educación Parvularia, la Defensoría de la niñez (ingresada al parlamento y tramitada en su legislación en el gobierno anterior), y el aumento en más de 70 mil cupos en jardines infantiles.
Frente a este escenario de incertidumbre para la clase media en materias como el CAE, y de improvisación y falta de agenda innovadora en el resto de los ámbitos ligados a educación, no es de extrañar el temprano despertar del movimiento estudiantil. Se ha convocado a la primera manifestación para el jueves 19 de abril, a pesar de que, en su primera intervención pública, el Ministro intentara pautear las acciones del movimiento estudiantil.
Esperamos que el Presidente Piñera haya aprendido la lección tras tener a más de 500 mil familias movilizadas en las calles durante su primer mandato y que esta vez sí asigne importancia al diálogo, la diversidad y la democracia tanto en materia educativa como en los pretendidos “acuerdos nacionales”, donde también ha dado señales equivocadas.
