«El acaudalado empresario Sebastián Piñera juró este domingo (11.03.2018) como Presidente de Chile y liderará por segunda vez un Gobierno de derecha en el país tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990, y después de cuatro años de mandato de la socialista Michelle Bachelet», señala una extensa crónica de la estatal alemana DW, la cual repdoducimos íntegramente por entregar una mirada externa al cambio de Gobierno chileno.
«Sí, juro», dijo con voz firme Piñera cuando el presidente del Senado, el socialista Carlos Montes, le dirigió la pregunta de rigor: «Juráis o prometéis desempeñar fielmente el cargo de presidente de la República, mantener la libertad de la nación, resguardar la Constitución y las Leyes?»
Enseguida, la presidenta saliente, Michelle Bachelet, le entregó la banda presidencial a Carlos Montes, quien procedió a colocársela a Piñera, con algunos problemas menores que llevaron a Bachelet a preguntarle, «¿Te ayudo, Carlos?, entre risas de quienes estaban más cerca.
Bachelet procedió en seguida a colocar en la banda la piocha de O’Higgins, uno de los símbolos del mando, completando el ritual.
La ceremonia se efectuó en la sede del Congreso Nacional en el puerto de Valparaíso, a unos 120 kilómetros al oeste de la capital, Santiago de Chile, a la que concurrieron más de 1.000 invitados, incluidos varios de los Jefes de Estado y de Gobierno de países vecinos.
Amplia presencia internacional y una gran ausencia
Ya investido presidente, Piñera compartirá un almuerzo con las delegaciones extranjeras invitadas, entre las que está el rey emérito de España Juan Carlos I, el presidente de Argentina, su amigo Mauricio Macri; y los del Perú, Pedro Pablo Kuczynski; de Bolivia, Evo Morales; del Ecuador, Lenin Moreno y de Honduras, Juan Orlando Hernández, entre otros.
Uno de los ausentes en la cita fue el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien justificó hace dos semanas su inasistencia debido a una gira que tenía previsto iniciar a Asia. Su decisión fue celebrada desde la mayoría de las bancadas parlamentarias, que incluso habían pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores que cancelaran la invitación.
Por la tarde, el ahora mandatario se dirigirá a La Moneda, la sede del Ejecutivo, desde donde uno de los balcones del edificio dirigirá su primer discurso a los chilenos. Piñera, de 68 años, llega con la promesa de reactivar la economía del país, que a su juicio está estancada, ofreció crear 600.000 empleos de calidad y aumentar los sueldos, así como revisar las emblemáticas reformas tributarias, educacional y laboral aprobadas durante el Gobierno de Bachelet, entre otras iniciativas.
El líder conservador, que ya gobernó entre 2010 y 2014, ganó cómodamente al oficialista Alejandro Guillier en la segunda vuelta de diciembre y se convirtió en el séptimo mandatario elegido democráticamente tras el término del régimen militar de Pinochet (1973-1990).
Gobernar no será un camino de rosas
Su administración es respaldada por Chile Vamos, una alianza de partidos de derecha que integran Renovación Nacional (RN), la Unión Demócrata Independiente (UDI) y otras formaciones menores, que no contará por los próximos cuatro años de su Gobierno con un Congreso tan favorable como lo tuvo Bachelet cuando logró aprobar sus reformas.
De hecho, ambas cámaras del Parlamento están a partir de este domingo encabezadas por parlamentarios socialistas, la Cámara Baja por la diputada Maya Fernández Allende, nieta del presidente Salvador Allende (1970-1973), y el Senado por Carlos Montes.
Además, encontrará la oposición de las formaciones que apoyaron a Bachelet, así como del Frente Amplio, un nuevo bloque de izquierda que sorprendió en las elecciones de 2017 al convertirse en la tercera fuerza política y aumentar de tres a 20 sus diputados y conseguir por primera vez un senador.
Adiós a la única Presidenta que ha tenido Chile
El rito de cambio de Gobierno fue el último acto oficial de Bachelet como Presidenta. La ahora exmandataria, la única mujer que gobernó Chile en toda su historia, también ejerció como ministra de Defensa en la administración del presidente Ricardo Lagos (2000-2006).
Bachelet adelantó que no tiene ninguna intención de postularse a un tercer periodo presidencial. Tras dejar La Moneda, asumirá en Chile un cargo ad honorem en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), según confirmó recientemente la política, que es médico pediatra.