El Congreso de Argentina aprobó este martes (19.12.2017), en medio de una huelga general y tras diez horas de debate, una polémica reforma del sistema de pensiones impulsada por el Gobierno de Mauricio Macri que ha provocado una gran violencia en las calles por el fuerte rechazo social, sindical y político que genera.
Los violentos disturbios dejaron más de 160 heridos y decenas de detenidos y un masivo «cacerolazo» contra el Gobierno.
La reforma afecta a unos 17 millones de personas, entre jubilados, pensionados y beneficiarios de planes de asistencia social. La iniciativa modifica la fórmula para calcular los aumentos, que en vez de regirse por el índice de variación de los salarios y la recaudación dependerá ahora de la inflación y un índice de salarios estatales.
Para la oposición, el nuevo método significará una pérdida de más de seis por ciento en las pensiones, mientras que el oficialismo considera que una vez consolidado el cambio el dinero que recibirán los beneficiarios será mayor al actual.
La modificación en el cálculo le permitiría al Estado obtener un ahorro de unos 100.000 millones de pesos (unos 5.630 millones de dólares) en 2018.
La iniciativa del Gobierno también establece que los argentinos podrán extender su vida laboral hasta los 70 años (actualmente es de 60 para las mujeres y 65 en el caso de los varones) si se desempeñan en el sector privado y están registrados formalmente como trabajadores.
En tanto, la policía de la ciudad de Buenos Aires informó que 162 personas, entre ellos 88 policías, debieron recibir asistencia médica durante los violentos disturbios ocurridos en la capital. Hubo además 60 detenidos.