El fiscal regional metropolitano Oriente, Manuel Guerra, realizó una fuerte crítica a la acuciosidad de Carabineros en sus diligencias, poniendo en tela de juicio la labor preventiva que hace la policía con el denominado “plan cuadrante”, el cual a su juicio está “agotado”.
En entrevista con El Mercurio, el persecutor explica que “falta mayor acuciosidad en los sitios del suceso cuando ocurren los delitos y esa responsabilidad es, principalmente, de Carabineros. También hay que revisar la estrategia de prevención, porque el plan de prevención, porque el plan cuadrante como mecanismo de prevención está agotado”.
“El trabajo preventivo no está dando los resultados esperados, toda vez que no hemos tenido una baja sustancial. Tenemos situaciones como la comuna de Vitacura, en que el último año nos han subido un 73% los delitos de robo con violencia de vehículos. ¿Por qué ocurre esto y qué se ha hecho para esto?”, agrega.
En ese sentido, precisa que “no hay gran cantidad de detenidos flagrante, pese a que sabemos dónde están ocurriendo los delitos, en qué horarios y qué días. Entonces, claramente falta una prevención en cuanto a anticiparse a ciertos fenómenos sobre la base de la información disponible y la tecnología”.
De esta forma, sus críticas apunta a la policía uniformada, porque “la responsabilidad preventiva de que ocurran o no delitos la tiene mayoritariamente, policialmente hablando, esa situación. La primera responsabilidad pasa por anticiparse a los hechos, no por reaccionar”.
Sobre el trabajo de Carabineros, Guerra cree que ha sido “más que deficiente, yo creo que la estrategia de prevención se encuentra agotada, y hay que adaptarla a las necesidades y cambios que ha tenido los delitos. No están dando los resultados que uno esperaría”.
El fiscal señala que “la experiencia nos demuestra que cuando nosotros logramos tener una huella genética y perfilamos a una persona, ese es un indicio bastante fuerte para lograr una condena en un tribunal”.
Y añade que lo anterior “repercute en el sentido de que no hemos podido aumentar, como quisiéramos, el nivel de descubrimiento de los delitos y cuando la evidencia, además, no es bien trabajada en los sitios del suceso y no se recoge adecuadamente, esto se traduce, en definitiva, en que nos veamos privados de posibles medios de prueba para aclarar delitos (…) ese tipo de cosas, que son tan básicas en principio, son errores que estamos viendo con cierta frecuencia y obviamente que nos preocupa”.