En 1975 fue el último caso de poliomielitis en Chile, transformándose así en el tercer país a nivel mundial en erradicar la enfermedad, gracias a la aplicación sistemática de la vacuna en la población infantil, así lo explica la Microbióloga de la Universidad de Chile, Liselotte Becker.
“Esta es una demostración clara de la efectividad de las vacunas. Una enfermedad que, en nuestro país, en la década del 60 llegaba a una tasa de 90 casos semanales, luego de la introducción de la vacuna su prevalencia bajó en un 70% hasta llegar al último caso hace 42 años”, continuó la doctora Becker.
En Chile la vacuna es gratis para todos los niños a los dos, cuatro seis y 18 meses y está incluida dentro del Plan Nacional de Inmunización. La estrategia de vacunación se ha ido adaptando a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aconseja ir cambiando progresivamente a la vacuna inyectable, es por eso que desde el 2016 la primera dosis ya no se recibe por vía oral.
La poliomielitis es una enfermedad contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas. Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y un 5% a 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.
En 1988 la OMS inició una estrategia global para lograr la erradicación de la enfermedad, utilizando como principal herramienta la vacunación sistemática. Esta iniciativa permitió importantes logros, disminuyendo el número de casos de 350 mil notificados en 1980 a sólo 223 en el año 2012. Es precisamente en ese año, durante la 65° Asamblea Mundial de la Salud donde se declara el inicio de la etapa final de la erradicación a nivel mundial. Actualmente existen sólo 2 países en los que el virus de la polio es endémico: Afganistán y Pakistán. En 2016 se notificaron sólo 37 casos, 23 menos que el año anterior.