El economista y ex integrante de la Comisión Bravo, Andras Uthoff, advirtió este lunes en la necesidad de establecer un “gran acuerdo” o “pacto social” que permita solucionar el tema de las malas pensiones que están entregando el actual sistema de AFP, a través de uno que mezcle el de reparto con el de capitalización individual.
A través de una carta a El Mercurio, cuyo titular es “Pensiones de vejez: Alerta temprana”, Uthoff señala que desde el punto de vista del plano político se está ad portas de un debate de candidatos presidenciales que difieren del sistema previsional, pero desde el plano demográfico se está a punto de enfrentar “una de las olas de envejecimiento más grandes y con mayor fuerza que se haya visto en la historia de país alguno”.
Al respecto, el economista explica que lo anterior se empieza a manifestar, pero “su mayor altura se alcanzará en nuestro país en 42 años más (2060). Entonces, más de uno de cada tres chilenos serán mayores de 60 años; más de uno de cada seis serán mayores de 75 años, y los mayores de 80 serán más del 10% de la población total”.
“En ese entonces, la edad mediana de la población chilena se proyecta de 47 años; por cada menor de 15 años habrá 2,3 adultos mayores de 60 años; y aquellos en edad de trabajar (entre 15 y 60 años) serán solo un 50% más que los mayores de 60 años (datos de proyecciones INE/Celade)”, sostiene.
El experto sostiene que “42 años se ven muy lejanos para quien presidirá los destinos del país por tan solo cuatro años. Sin embargo, en demografía y en la vida de un país, ese tiempo es extremadamente corto. Piense que ya llevamos 36 años bajo el sistema de capitalización individual, y recién ahora debatimos sobre sus malos resultados y se nos advirtió que con el mismo sistema estos no cambiarán”.
En ese sentido, agrega que “bajo el actual sistema, la población ha demostrado que no está en condiciones de protegerse por sí sola. El registro de cotizantes por sexo y grupos de edades muestra que las mujeres cotizan por un ingreso imponible mensual con una mediana de $425.000, y en las edades más productivas, menos del 50% cotizan al sistema. Los hombres lo hacen con una mediana de %525.000, y menos del 60% de ellos cotiza en las edades más productivas (cifras a febrero 2017)”.
El especialista sostiene que “un sistema exclusivamente contributivo, ya sea de reparto o capitalización, no es la solución, ya que los ingresos imponibles de la mayoría y la frecuencia con que cotizan al sistema son bajos”.
Al respecto, explica que “más que una confrontación de propuestas, debiéramos concertar un gran acuerdo o pacto nacional. Debemos repensar el rol que con fines de protección social juegan los mecanismos exclusivamente contributivos. La situación que describo obliga a replantearse la protección social en el marco de una solidaridad integral, en que se combinen mecanismos contributivos y no contributivos”.
“Con el estilo de crecimiento histórico, no cabe esperar que a corto o mediano plazo el empleo sea suficiente como mecanismo de protección de la mayoría de la población frente a riesgos relacionados con la falta de ingresos y el envejecimiento. A efectos de ampliar la cobertura y elevar la calidad de las pensiones, en especial para los sectores de menores recursos, necesitamos poner los derechos sociales como horizonte normativo, e identificar las desigualdades, la calidad del empleo, las limitaciones e incentivos por cotizar, las restricciones presupuestarias y la eficiencia en el uso de recursos como limitaciones que necesitamos reconocer y enfrentar”, concluye el experto.
