De nombre reservado por razones de privacidad, un hombre llevaba más de un año con molestias de respiración a sus 47 años, algo que atribuía al hecho de fumar y decidió ir al médico. Una vez allí, la radiografía que le hacen muestra un bulto sospechoso en sus pulmones que había reducido el tamaño de su órgano… parecía ser un tumor. Sin embargo, cuando lo examinan de cerca con una broncoscopia, descubren que lo que se aloja en su cavidad y que le impide respirar es una pieza de Playmóbil que lleva ahí más de 40 años, en particular un cono de tráfico de esta empresa de juguetes.
Y así fue, él mismo reconoció que fue un regalo que le dieron sus padres cuando sólo tenía 7 años, y que de alguna forma se tragó para más tarde olvidarse de él. La explicación parece más sencilla: al ser tan joven cuando tragó el cono, éste se adaptó a la mucosa de su órgano, por lo que se hizo de alguna forma parte de su cuerpo. (En la foto principal de la nota tienes un antes y después de su pulmón derecho).
La tos que sufría era atribuida al tabaquismo, pero tras cuatro meses sin su pieza de Playmóbil en su ser, la respiración volvió a la normalidad y su tejido pulmonar se consolidó.
Fuente: Esquire