1. Asumir que un gato casero no puede adquirir pulgas:
Los gatos son animales limpios por excelencia, todo el tiempo se acicalan y se mantienen impecables. Sin embargo esto no significa que no pueden infestarse de parásitos externos cómo las pulgas.
Estos insectos pueden ser escurridizos y difíciles de cazar, pero se pueden identificar de la siguiente manera:
Revisar las zonas abdominales del gato, entre las piernas y cuello. Especialmente en las zonas más cálidas del cuerpo del gato.
Rascado constante del gato.
Exceso de limpieza.
2. Cortar mal sus uñas: Antes de recurrir a cualquier método, puede suministrarle al gato un rascador con el que se pueda afilar las uñas y así evitar el uso de los muebles para esta tarea.
Si definitivamente tu gato no usa su rascador y no quiere dejar tus pertenencias es hora de cortar sus uñas.
Para cortarlas debes hacerlo de forma diagonal y teniendo en cuenta la membrana rosa que se ve a través de sus uñas. Ten cuidado de cortarla ya que es bastante sensible y puede sangrar.
3. Dar comida por montones:
Llenar el plato de tu gato sin dejar que se acabe, dejando que este coma una y otra vez es un gran error que produce obesidad. Lo indicado por veterinarios es repartir durante el día la porción recomendada según su peso al costado del empaque de su alimento.
4. No dar juguetes:
La actividad física es muy importante para cualquier mascota, ya que mantendrá equilibrado su nivel de energía durante el día y, adicionalmente, contribuirá a conservar su peso y masa muscular adecuada.
¿Cómo hacer un gimnasio para gatos?
Reúne los materiales: cajas de cartón de diferentes tamaños, tubos de cartón, cabuya gruesa.
Planea la estructura para el gimnasio de su gato: cuartos, pasillos y miradores.
Empieza a pegar las cajas de acuerdo a su diseño, tengas en cuenta, tamaño ya que puede ser difícil mover el gimnasio de lado a lado. (ideal no usar pegamento o cinta tóxicos y peligroso para los felinos).
En una de las plataformas asignadas ubica o cuelga los juguetes del hogar que prefiere.
Finaliza el gimnasio decorándolo con materiales no tóxicos y peligrosos para la salud del felino.
Muestra el gimnasio a su gato, pude rociar esencia de catnip, para que sea llamativo el nuevo juguete.
5. No limpiar su caja diariamente:
Si no cumples las siguientes reglas no estás manejando bien la caja de tu mascota y es posible que te esté odiando.
Dejar una capa de arena con un grosor de mínimo de 7 a 8 cm, ya que a los gatos le gusta escavar antes de hacer sus necesidades.
Limpiar la litera dos veces al día, para evitar los malos olores.
Cambiar la arena una vez a la semana, para que el gato no pierda la costumbre de usar la litera.
Lavar la caja una vez a la semana con agua y jabón suave, para evitar acumulación de bacterias.
Cambiar la caja de arena cada año, para evitar la propagación de bacterias.
Fuente: universomascotas.co